jueves, 30 de diciembre de 2010

Capitulo III. Notitas

Los días pasaron, Edward se reintegró con normalidad a las clases del instituto.

Aunque Esme se mantenía preocupada por la seguridad de su hijo, le dejó partir con la confianza que Carlisle hablaría con los padres de los agresores.

Rosalie estaba decidida a apoyar a su hermano y cuando se enteró que este debía volver a tratamiento, pero ahora con un médico diferente le ofreció su ayuda para lo que necesitase.

Edward se le agradeció innumerables veces.

Hoy era la primera cita que tenía con Jasper Whitlock, el nuevo psicólogo de la unidad en que trabajaba Carlisle.

Su padre le había dicho que era una cita pequeña, ya que había leído su expediente y comenzaría con el tratamiento cuanto antes.

Edward dejó caer su bolso en la consulta del médico, mientras esperaba que este le llamase para entrar en la habitación. Vio colgado en la pared los títulos que certificaban cada curso de especialidad que él había hecho.

Volvió a preguntarse si sería cierto lo que le había dicho su padre, entonces no tuvo más que cuestionar cuando vio a un joven hombre de delantal, tan alto como era él y le invitaba a pasar a su consulta.

Caminó nervioso, sin decir palabra y se sentó al borde del sofá.

—Edward, tu padre ya me ha explicado muy bien tu situación, por lo que quiero comenzar desde ya con tu tratamiento —añadió el joven médico ansioso de comenzar con lo que había planeado.

Edward se sintió bastante relajado con aquel hombre joven, ya que él hablaba la mayor parte del tiempo y en respuesta a eso Edward se dedicaba a asentir en silencio.

Comenzaba a sentirse cómodo cuando Jasper le explicó su primera tarea.

—Deberás traerme cinco amigos con los que frecuentes a diario y hables con ellos, necesito sus opiniones, no pueden ser menor a cinco —le señaló.

—V-Verá no t-te-tengo t-tantos a-amigos —dijo con un nudo en la garganta.

—Entonces tres, deberás traer tres y comenzar a hablar con una persona más hasta que sea tu amigo y le puedas pedir que venga. No cederé más allá de eso —dijo Jasper intentando ser flexible con su paciente.

Edward se sintió aliviado, podría intentar hablar con Emmett, aunque con Bella mejor ni intentarlo, ella le intimidaba más de lo que podía hacerlo cualquier otra persona.

Edward se mantuvo un tiempo más en la consulta mientras que Jasper le daba otras indicaciones.

Rosalie había cumplido lo que su madre le había solicitado, por lo que invitó a Bella y Emmett a cenar hoy en la noche.

La madre de los chicos Swan, Renée, de inmediato aceptó que sus hijos cenasen con los Cullen, para ella eran una familia muy respetada y agradecía que sus hijos tuviesen la oportunidad de aprender de unión familiar junto a ellos.

Bella se acomodó su larga cabellera, mientras que no sabía que usar, por primera vez se sentía un poco incomoda al tener tanta ropa y raramente se vestía con toda ella.

Escogió una blusa azul entallada y decidió que los jeans que llevaba estaban muy bien para asistir, después de todo no tenía por qué ir disfrazada a cenar.

Emmett roseó un poco más de su exquisito perfume, con la intención de pedirle una cita a Rosalie, había oído que ella no le daba citas a nadie, pero que nada perdía con intentarlo.

Esme tenía todo preparado y dispuesto para la cena, hasta Carlisle estaría presente para agradecerles por haber ayudado a Edward.

Rosalie saltó feliz a abrir la puerta a Bella y Emmett.

Él alto muchacho sonrió al ver a Rosalie en el umbral con sus ojos azules brillando.

—¡Bella, Emmett! ¡Qué alegría que hayan venido! —abrazó a Bella.

Esta muy contenta de la muestra de cariño le respondió efusivamente.

La rubia abrazó también a Emmett quien se sintió muy nervioso ante la cercanía.

Para la gemela de Edward fue imposible pasar por alto el exquisito aroma que desprendía Emmett. El dulce aroma le hizo quedarse un tiempo más en los brazos del forzudo hermano de su nueva amiga.

Estaban todos esperando que Edward llegara, sólo el faltaba para que se completaran los asistentes de la cena.

—¿Estas seguro que sería breve? —dijo Esme mientras volvía a calentar la cena.

—Si, querida no tardará en llegar —sonrió Carlisle.

Así tal cual como lo había predicho, Edward abrió la puerta y se quedó sorprendido en el umbral al ver que allí estaba Bella y Emmett.

—Pasa hijo o ¿Te quedarás allí? —sonrió dulcemente Esme.

—¿Cómo te fue hoy? —le dijo Carlisle esperando que le hubiese agradado el nuevo psicólogo.

Edward se debatió entre contestar o no, pero luego creyó que sería de mala educación no hacerlo. Se sintió cohibido al ver como todo el mundo le miraba y esperaba ansioso su respuesta.

Rosalie al ver a su hermano allí de pie tan nervioso decidió conversar cualquier cosa con Bella con tal que dejasen de mirarle fijamente.

—B-Bien —se limitó a responder mientras dejó su cazadora sobre el sofá.

Saludó a Emmett y a Bella, intentando controlar su tartamudez.

Esme, ansiosa por comenzar a servir la cena y demostrar sus habilidades culinarias a los invitados, les pidió que vinieran a sentarse.

Una vez todo en orden se sentaron a compartir la cena.

Carlisle les agradeció enormemente el gesto que habían tenido con Edward y les pidió que frecuentasen la casa cada vez que quisieran.

Bella y Emmett se sintieron muy agasajados y felices de haber compartido con la familia.

Una vez que se hacía tarde, Esme le pidió a Edward que fuese a dejar a sus nuevos amigos.

—Gracias por todo, Sr. y Sra. Cullen —sonrió Bella antes de partir.

—De nada querida, son bienvenidos cuando gusten —le abrazó Esme.

Emmett agradeció también la hospitalidad y se marcharon.

Rosalie decidió acompañar a su hermano, para conversar a solas de vuelta.

—Rose tus padres son muy amorosos —sonrió Bella mientras subía al volvo.

—Es que ustedes se han portado muy bien con nosotros —sonrió Rose.

Antes de subir al auto, Emmett le pidió a Rose que se acercara.

—R-Rosalie —llamó su atención.

La gemela de Edward se acercó a él.

—Tengo dos entradas para el cine, me encantaría compartirlas contigo —sonrió nervioso.

Rose sintió como su corazón latía fuertemente, no sabía que responder, prefería comentarlo con Edward, quizá él le ayudase un poco más, ya que Alice la retaría si se entera que no le respondió.

—Me encantaría, pero ¿Qué día es? —dijo intentando atrasar su respuesta.

—Es el siguiente fin de semana, ya que este es el baile de beneficencia, he decidido dejarlas para el siguiente —sonrió.

—¿Te parece si te respondo el lunes? —sonrió ruborizada.

A Emmett le pareció satisfactoria la respuesta teniendo en cuenta que ella siempre se negaba a cualquier salida.

—Por supuesto, estaré esperando —sonrió mientras que subía al auto.

Edward dio marcha al volvo y se guió por las referencias de Bella ya que no sabía donde vivía la profesora Dywer.

Edward se bajó rápidamente del coche y le abrió la puerta a Bella.

—Gracias —sonrió.

Ella se sintió muy halagada por el gesto, aunque se había dado cuenta que siempre lo hacía con Rosalie, por lo que no lo tomó como una señal.

—N-No h-hay d-de q-que —respondió con dificultad sin mirarla a los ojos.

Asegurándose que entraran a su casa, Edward se marchó.

—Eddie —sonrió tiernamente Rosalie.

—D-Dime, Rose —dijo Edward sin apartar la vista del camino.

—Emmett me ha invitado a salir y aún no respondo ¿Te parece un buen chico?

No pudo evitar sonrojarse al preguntarle a su gemelo que opinaba de Emmett.

—E-Es un b-buen chico, c-creo q-que deberías d-decirle que si —sonrió Edward.

Rosalie saltó de su asiento y abrazó a su hermano.

Edward tuvo que mantener firme el volante ya que casi se desvía del camino.

—Perdón —dijo la efusiva rubia.

Los días pasaban y Edward le pidió a Rose que le acompañará a la sesión del psicólogo y le explicó que tenía que llevar a tres personas con él.

Su hermana le sugirió que se lo pidiera a Alice y Ángela.

Al salir de las clases de matemáticas, Edward les preguntó a las chicas.

—Claro —sonrió Alice —. No tengo problemas en acompañarte.

—G-Gracias —le respondió con sinceridad —. ¿Y tú? —se refirió a Ángela.

—Por supuesto, simplemente me dices el día y listo —respondió la amiga de Rosalie.

Edward se sintió agradecido y les explicó que la siguiente sesión sería mañana en la tarde.

Bella tenía libre en los dos bloques siguientes de clases, por lo que decidió irse a la biblioteca por un rato.

Emmett había decidido tomar una clase en la que compartiría con Rosalie, por lo que tenía ese horario ocupado.

Edward había adelantado ese ramo, así que se fue a su escondite de siempre, la biblioteca.

Se sorprendió al ver a la castaña sentada leyendo un libro. Intentó pasar desapercibido para evitar hablarle, pero no le fue posible por que ella le saludó desde la distancia.

Bella, deseosa por compartir con Edward le pidió que se sentase con ella. Se emocionó al ver que el hermano de su amiga se sentaba en la silla de al frente.

—Hola —sonrió Bella.

Edward sintió como se le trababa la lengua y bajó su mirada.

—H-Ho-l-la.

Nunca antes se había trabado tanto para hablar, por lo que evitó mirarla a los ojos.

—¿No tienes clases? —sonrió mirándole ansiosa por una respuesta de su agradable voz.

Edward sintió unos susurros a sus espaldas, volteó a ver quien era.

Allí estaba Tyler haciéndole muecas.

—¿Q-Que t-tal DJ C-Cu-Cu-Cullen? —le molesto.

Edward intentó tranquilizarse, ya que era conciente que estaba en la biblioteca, volteó a mirar avergonzado a Bella y bajó su vista sin mirar el rostro de la chica.

—Tyler —susurró Bella mientras que el chico se volteaba para irse.

Este se detuvo al oír la voz de Bella y volvió a donde estaba.

—Dime —susurró acercándose al borde de la mesa.

Edward se desilusionó al ver que la amiga de su hermana hablaba con uno de los que lo habían golpeado.

—Excelente broma, aunque no sé si exista una broma para demostrar tu estupidez, por lo que veo eso es imposible, deberías sentirte pésimo por el simple hecho de quitarnos aire a gente inteligente como Edward y yo —dijo Bella furiosa.

Era injusto que lo molestasen por un defecto que ni siquiera él era capaz de dominar.

Edward se asombró al ver que la chica le reprendía tan fuertemente como lo había hecho su hermana y se sintió muy mal al ver que el resto hablaba por él, mientras que se silenciaba cada vez que lo agredían.

Era conciente que no podría defenderse sin ser aún más basureado.

Después de aquello, Tyler se fue sin decir nada. Bella se sintió satisfecha por la lección y miró al tímido chico que miraba hacía el suelo.

—¿Estas bien? —le preguntó.

Edward no quiso responderle, en la situación en que estaba sabría que no sería capaz de pronunciar palabra.

Bella se sintió frustrada, entonces intentó seguir con su lectura.

Edward al ver que ella había dejado de insistir, tomó su cuaderno y se puso a realizar ejercicios.

La chica no podía concentrarse en su lectura sin pensar en lo fatal que se sentiría si alguien la tratase así y también comprendió el silencio de Edward, ya que de seguro temía ser molestado.

Bella sacó un cuaderno y arrancó una hoja.

Edward frunció el ceño al sentir el sonido, pero continuó haciendo lo suyo.

Entonces sintió un pequeño empujoncito en la mano que apoyaba su cabeza.

Levantó la vista y vio que Bella le tendía una hoja.

La recibió y desdobló el papel.

.

Sé que no te gusta hablar y lo entiendo, debe ser complicado enfrentar las molestias de un par de estúpidos. Pero yo si quiero hablarte, quiero ser tú amiga, por favor si no deseas decirme lo que te ocurre, escríbelo, será un secreto para ambos.

Responde, por favor.

Bella.

.

Edward levantó la vista y vio los tiernos ojos de Bella que inspeccionaban el suyo.

Ella quería sabe si él había aceptado su propuesta. Nerviosa bajó su mirada e intentó simular leer.

Edward se dio cuenta que a ella le costaba tanto como a él, así que decidió responderle la nota.

.

Gracias por hacer esto más simple. Es la primera vez que hago esto y no sé por qué no lo hice antes, la verdad no deberías haberte molestado con Tyler, ese tipo de gente no entiende nunca. A la vez me siento muy mal de no poder defenderme solo, por lo que evito tomarlos en cuenta.

Ed.

.

Su mano temblorosa tendió la nota a Bella, quien estaba esperando la respuesta sin haber siquiera leído alguna línea de lo que tenía en frente.

Desdobló el papel y leyó con una sonrisa en sus labios.

Edward se quedó pensando en lo hermosa que se veía cuando sonreía e intentó concentrarse en lo que hacía.

Pero no logró hacerlo, Bella ya le tenía una respuesta.

.

Gracias a ti por dejarme conversar contigo, Rosalie y tú son los únicos amigos que Emmett y yo tenemos y nos encanta compartir con ustedes, aunque tú siempre te separes del grupo.

Bella.

.

Volvió a entregarle el papel, Edward lo leyó y escribió una rápida respuesta.

Así se pasaron todo el tiempo hasta que sonó el timbre de la hora de almuerzo y debieron compartir con sus amigos.

—No importa que ahora no me respondas —sonrió Bella mientras caminaban hacía el casino —. Y aunque haga un monologo puedes asentir o negar cuando te pregunte algo ¿Vale?

Edward asintió.

Para él ni siquiera era posible dar un breve si a la chica que tenía en frente, ya que hasta para esa pequeña monosílaba se veía perturbado y no podía evitar tartamudear.

—Bien, entonces quería preguntarte algo —sonrió Bella —. ¿Irías conmigo al cine? Emmett ha invitado a tu hermana, pero dice que no quiere incomodarla al salir solos y prefiere que vayamos como amigos los cuatro —sonrió.

Edward no pudo evitar sonreír, sería la primera vez que saldría al cine con alguien que no fuese Rosalie o sus padres.

—S-Si —se atrevió a decir.

El corazón de Bella se desbocó al oír la respuesta audible de Edward.

—Gracias, ahora continuó con la interrogación —sonrió —. ¿Irás al baile de beneficencia?

Edward negó con la cabeza.

—¿Por qué?

El chico le frunció el ceño ya que eso implicaba explicarle con palabras.

—¿La chica que quieres invitar no te habla? —dijo ansiosa.

Edward negó.

—¿Te ha dicho que no? —insistió.

Volvió a negar.

—¿No tienes a quien pedírselo? —dijo Bella ya quedándose sin opciones.

Edward asintió.

—Podrías ir con Rose, yo iré con Emmett —sonrió.

El chico pensó la probabilidad y quizá podría asistir con su hermana.

Se reunieron con todos en comedor y conversaban muy felices de lo que harían para el baile.

Edward había vuelto a ponerse sus audífonos y se desconectó de la conversación.

—Bella —le dijo Rosalie.

Esta la miro mientras abría su jugo.

—Alice, Ángela y yo estaremos en mi casa esta tarde, veremos una película ¿Te gustaría venir? —le invitó.

Bella asintió feliz de volver a la casa de los Cullen.

—¿Emmett? —inquirió Rose.

—No puedo ir, quedé de ayudar a mi mamá para cambiar unas cosas, pero que vaya Bella, ya habrá oportunidad que yo asista —sonrió.

La verdad Emmett tenía que hacer eso, pero podría haberlo dejado para otra ocasión, sus verdaderas intenciones eran no presionar a Rosalie.

En la tarde Rosalie y Alice alistaban todo mientras que Ángela y Bella llegaban.

Tenían una mesita puesta en la sala de video, una sala que Carlisle había preparado exclusivamente para ver películas.

En la pequeña mesita había de todo: papas fritas, ramitas, galletas, bebida, entre otras cosas.

—¿Qué película veremos? —sonrió Alice.

—No lo sé, quiero que elijamos todas —sonrió —. La idea es que a todas nos guste.

—Entonces esperaremos que lleguen las chicas.

Sonó el celular de Alice.

Esta contesto rápidamente al ver que era Ángela.

La chica había tenido que quedarse cuidando a su mamá que estaba muy enferma, así que no podría venir. Se lamentó por teléfono y les pidió innumerables disculpas diciendo que para otra ocasión ella asistiría.

Edward estaba en la sala continua. Estaba tocando el piano, hoy no le correspondían clases, pero había decidido relajarse creando una nueva melodía, por primera vez deseaba agregarle letra, no sabía que escribir, así que decidió comenzar a tocar canciones que le gustaban, mientras se decidía por la letra.

Bella no tardó en llegar, Emmett la había traído y luego se devolvió a su casa.

Rosalie se sintió un poco triste al ver que no se quedaba, pero entendió que tenía cosas que hacer.

Las tres chicas comenzaron a buscar una película entre las colecciones de Carlisle y Edward.

Hasta que se decidieron por ver Means Girls, donde trabajaba Rachel Adams y Lindsay Lohan.

Comenzaron a ver la película y Bella se sintió identificada con Cady al haber ido a clases particulares. Pero sintió también que en parte era lo que le pasaba a Edward, la discriminación se dejaba ver en todas partes.

A la mitad de la película, Bella les pidió si podía ir al baño. Rosalie pausó la película y le señaló en donde quedaba.

Solas Alice y Rose comenzaron a comentar.

—Me encanta Bella —sonrió Alice.

—Es tan natural y simpática, es muy agradable —le respondió feliz Rose.

—Es genial que se haya decidido sentar ese día con nosotros —añadió Alice.

Bella escuchó una voz melodiosa que se unía a las teclas de un piano. Se quedó detenida a escuchar la voz que cantaba esa hermosa canción. Entreabrió la puerta con cuidado y se dio cuenta que era Edward. Quedó boquiabierta al ver que el chico no tartamudeaba.

Cerró rápidamente y sin hacer ruido, no quería que Edward la tomase por intrusa, menos ahora que estaba ganando su confianza.

Volvió a la sala de películas.

—Rose, no encuentro tu baño, soy demasiado torpe y hay muchas puertas —reconoció Bella.

Aprovechó de tomar su cartera y Rose le indicó la puerta.

—Gracias —sonrió.

—No hay de qué —le dijo feliz Rosalie.

Bella en el baño escribió unas líneas para Edward.

.

Sé que sonará entrometido, pero venía al baño cuando te escuché cantar. Lo haces divino, deberías cantarme en vez de hablarme. Lo siento si me entrometí demasiado, entendería si te molestases.

Cariños y espero verte luego.

Bella.

.

Dobló el papel y lo pasó por debajo de la puerta, esperando que Edward lo pillase antes de salir.

Luego de eso se sentó junto a las chicas para terminar la película.

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Capitulo 3: ¿Visita a la Biblioteca?

Pip pip... ¿Qué demonios? Maldita alarma. Saque la almohada que se encontraba bajo mi cabeza para ponerla encima de esta 5 minutos más y volví a cerrar los ojos, al fin de cuentas, siempre llegábamos tarde con Nathaniel al colegio, no haría ninguna daño apuntar otro día a la lista ¿no? Suspire y me acomode para seguir soñando. Pero no todo podía ser perfecto No, claro que no tan rápido como me acomode para seguir en mi profundo sueño algo realmente molestoso comenzó a saltar en mi querida cama.

-¡Ma, Ma, Ma! – Sonreí - ¡Mami, Mami, Mami! – Cada vez iba subiendo más el tono de voz - ¡Bellaaaaaa! – grito desesperado. Una pequeña risa se escapó de mis labios

- ¡Vamos Ma! Ya te escuche ¡estas despierta! Anda ¡levántate! – y lo ultimo que sentí fue un fuerte golpe. Rápidamente tire la almohada a no se donde, y me acomode en la orilla de la cama. Sonreí cuando mire hacia abajo.

- ¿Nate? ¿Que estas haciendo ahí? – pregunte con tono burlón. Mi querido niño yacía en el suelo con sus brazos cruzados sobre su pecho y un puchero en sus labios Alice...- ¡No te burles! – me dijo frunciendo el seño. Reí

- ¡Ves! Eso es lo que te pasa por no dejar descansar a tu madre un poquito mas – se levanto rápidamente y me jalo del brazo

- ¡Vamos Ma! Llegaré tarde apúrate, ¡ve a vestirte! – Asombrosamente caí en cuenta de que Nate ya estaba vestido, Esperen, ¿Nathaniel vestido a esta hora? Que demonios...

- Espera, espera, espera... ¿Que de...Que haces tu vestido tan temprano? – Lo mire incrédula – es mas, ¿Por qué estas tan entusiasmado en ir al colegio? ¡Nunca te ha gustado ir al colegio! – le espete. Necesitaba saber que o quién era lo que había cambiado a Nate

- Ehh, nada – sonrió inocentemente – se me dio la gana de levantarme temprano hoy ¿Hay algo malo en eso Ma? – me pregunto inocentemente poniéndose el dedo índice en su labio inferior, para enfatizar más la pregunta, Si claro, a mi no me engañas niño...- Ok, te creeré esta vez – le dije encaminándome al baño, aun lo miraba con desconfianza - ¡Pero a mi no me engañas Nathaniel! – le grite antes de cerrar la puerta.

Luego de una relajante – nótese el sarcasmo - ducha, relajante gracias a cierto niño que estuvo en todo momento golpeando la puerta para saber si ya estaba lista ¿Qué le pasa a este niño? Enserio, nunca le ha agradado ir al colegio y odia levantarse temprano para asistir a este, ¿Y resulta que ahora es el quien tiene que sacarme a MI de la cama? Raro, muy raro. Me vestí rápidamente con una simple polera gris y unos vaqueros pitillos, amarre mi cabello en una coleta desordenada ¿Qué? No tenía tiempo, había un pequeño niño fuera de la puerta que ya estaba colmando mi paciencia y Salí del baño.

- ¡Ya, ya! Ya Salí, ¿Estas contento ahora?-

- Si – me miro sonriente – Toma Ma – dijo pasándome las llaves del auto y una chaqueta. En un tiempo record ya nos encontrábamos camino al colegio.

- ¡Profesor Cullen! - ¿Qué? Me gire rápidamente para ver como Nate corría donde su profesor y se ponía al lado de este Fantástico

- Adiós Mamá ¡Te quiero!, ¡Adiós pequeño, yo también te quiero! – grite. A lo lejos pude divisar como el Profesor Cullen junto a Nate soltaban una risa disimulada. Cruce mis brazos sobre mi pecho y comencé a golpear el suelo con mi pie. El Profesor le susurro algo a Nate y este soltó una gran carcajada. En un abrir y cerrar de ojos lo tenia delante de mi

- Lo siento Ma – me dijo mientras lo tomaba en brazos para que besara mi mejilla - ¡Nos vemos luego, Te quiero! – Cuando lo estaba dejando en el suelo Nate me susurro al oído – El Profesor Cullen me pidió que te dijera que no deberías estar gritando así a las afueras del colegio – lo mire con el seño fruncido

- ¿Por qué? -

- Mm, porque nadie querría entrar con una loca gritando en la entrada del colegio ¿no? – Me decía mientras me miraba con ojos divertidos

- Nathaniel...- me corto antes de que siguiera

- ¡Yo no fui, fue el! – me dijo mientras apuntaba a Cullen que se retorcía de la risa unos pasos mas haya de nosotros

- ¡Adiós Ma! – y hecho a correr nuevamente para llegar donde su querido profesor. Bufe

- Enano tramposo – resople – Y tu no te quedas atrás Cullen – susurre mirándolos como entraban al colegio juntos. Cullen giro su cabeza para observarme con ojos divertidos, la parte infantil que llevo dentro salio a flote y no encontré nada mejor que sacarle la lengua ¡Genial Bella! Quedaste como una niña ahora. Aun dentro del auto podía escuchar la fuerte carcajada que lanzó después de eso.


Resople molesta recordando el suceso que había pasado hace una hora atrás. Me dispuse a limpiar el mostrador de la biblioteca. Esta semana me encontraba solo yo trabajando, ya que mis queridos compañeros tenían unas semanas de vacaciones, pero yo no podía darme ese lujo, no cuando tienes que mantener a un niño de 7 años en casa.

Tome unos libros que estaban encima de las mesas Gente, ¿Qué no sabe que después de ocupar un libro se debe dejar en su estante correspondiente? Bufe, claro que no lo sabían. Mientras seguía ordenando este desastre, mi celular comenzó a sonar con una canción desconocida. Rápidamente lo acerque a mi oído.

- ¿Diga? – Conteste dudosa

- Isabella, ¡Gracias a Dios! – El Señor Fuller, dueño de la biblioteca

- ¿Ocurre algo Señor Fuller? – Era raro que me llamara, demasiado raro

- Si, bueno, veras – carraspeo y comenzó dudoso – lo que pasa querida, es que había olvidado anunciarte que hoy ira un curso del St. Peter School – Gemí. ¿Como demonios se le había olvidado decirme algo tan importante?

- ¿A que hora llegaran Señor Fuller? – Pregunte titubeante, no queriendo saber la respuesta

- Bueno, en este mismo instante – Abrí los ojos como plato mientras la campanita de la puerta de la entrada sonaba anunciando la llegada de alguien

- ¡Mamá! – escuche a lo lejos. Me gire rápidamente aun con le teléfono en mano realmente Dios no me quieres o algo muy malo debo haber hecho en mi vida pasada ¿Por qué a mi? Ahí estaba Nathaniel de la mano del Profesor Cullen y a su espalda una fila de niñitos que miraban expectantes todo a su alrededor ¿tenía que ser la clase de él la que tenia que venir? ¡Fantástico!

- Ya llegaron Señor Fuller, Gracias por avisarme con anticipación – conteste de modo irónico

- Lo siento mucho Isabella querida...-comenzó a disculparse. Suspire

- No se preocupe, esta bien, Adiós – Colgué. Suspire un par de veces antes de acercarme a aquel grupo tan peculiar. Inhale fuertemente y puse una de mis mejores sonrisas antes de comenzar

- ¡Buenos días, Bienvenidos a Fuller's Library! – anuncia a los pequeños niños tratando de mantener mi sonrisa, mirando fugazmente al hombre que tenia frente a mi y que trataba de esconder una risita a como de lugar

- ¡Buenos días Señorita! – respondieron los niños a coro. Aquel gesto logro sacar una sonrisa sincera de mis labios

- Buenos días, Señorita Swan – me saludo el Profesor Cullen

- Buen día Profesor- lo salude con un gesto de cabeza – Bueno niños – les decía mientras me agachaba para quedar a su altura – iremos a la sección de infantiles – comencé mientras los niños se iban alborotando a mi alrededor – tenemos de todo tipos de cuentos – continúe – tenemos unos para la lindas princesitas como las que vemos por acá – dije sonriéndole a las niñas que tenia frente a mi – y también tenemos de carros y soldados para los niños que les guste ese tipo de cosa – decía mientras algunos pequeños chocaban sus palmas – y una gran variedad de cuentas de misterio y terror para los que no se asustan por las noches – dije mirando a Nate y guiñándole un ojo haciendo que este sonriera

– Así que, ¿Quién quiere acompañarme? – Rápidamente todos los niños comenzaron a brincar y gritar

- Shhhh – exclamo el Profesor Cullen – Recuerden que estamos en una Biblioteca – los niños guardaron silencio enseguida

Los encamine a la sección de niños. Estaba decorado con pequeños puffs de todos los colores existentes, tenia estantes de color blanco con pintitas de colores. Los niños comenzaron inmediatamente a tomar lugar en distintos sitios y a sacar libros de los estantes, se podía ver en la mirada de cada uno cuan impresionados estaban con aquel lugar Bien hecho Alice felicite mentalmente a mi mejor amiga, la cual se había esmerado en esta sección diciendo los niños entraran y se dormirán enseguida, ni siquiera lograran a tocar uno de tus preciados libros Bella ¡es tan aburrido, todo es...café!...Sonreí recordando como empezó a molestar al Señor Fuller para que la dejara redecorar este lugar...

- ¿Qué es lo gracioso? – No me había dado cuenta que Cullen yacía a un lado mío. Me gire lentamente para encararlo, Un grave error debo decir, ¿Qué iba a saber yo que tenia unos ojos tan...deslumbrantes? luego de quedar embobada un par de segundos con aquellas esmeraldas sacudí mi cabeza lentamente

- Nada – le respondí y me gire para ver a los niños. Súbitamente recordé la forma en que había visto a Nathaniel con el, hoy han pasado muchas cosas raras - ¿Qué pasa entre Nate y tu?

-¿Qué? – me pregunto, creo que lo pille de sorpresa

- Que es lo que sucedes entre Nate y tu – le repetí lentamente – no me mal interpretes – comencé – pero Nate, bueno – titubee – te hizo unas pequeñas travesuras que no son muy agradables que digamos y hoy se veían tan amigos los dos juntos...y hoy se levanto tan...extraño – susurre lo ultimo

- ¿Extraño? -

- Olvídalo – le dije mientras sacudía la cabeza recordando el entusiasmo de Nate por llegar al colegio ¿Será el quien lo hace actuar de esa manera?- ¿Qué le has hecho a mi pequeño?- rió. Fruncí el seño ¿Qué tiene de gracioso esa pregunta?- ¿Que le he hecho a Natha...Nate? – pregunte son una sonrisa en su rostro – Nada, solo tuvimos una pequeña charla de hombre a hombre -

- Es un niño – le recordé

- Lo sé – dijo simplemente con un extraño brillo en sus ojos. Suspire

- Gracias – le dije sinceramente. Me miro confundido

- ¿Gracias porque? – Reí suavemente, no sabia lo que costaba levantar a Nathaniel por las mañanas...

- Porque, supongo, tu charla de "Hombre a Hombre" sirvió – dije encogiéndome de hombros – no se que demonios le habrás dicho a Nate – le dije levantando mi cabeza para verlo mirarme de una forma distinta, nuevamente baje la cabeza algo cohibida por esa mirada mientras una sonrisa se asomaba por mis rostro – pero nunca lo había visto tan...feliz – suspire - ¿Sabes lo que me costaba levantarlo cada día de la cama para que fuera al colegio? Y hoy fui yo a la que tuvieron que sacar de la cama – reí nuevamente – increíble, simplemente increíble – Escuche como suspiro a mi lado. Lentamente gire mi cabeza para observar su perfil. Miraba fijamente a los niños

- No le dije nada fuera de otro mundo – se encogió de hombros restándole importancia – simplemente...compartimos algunas experiencias personales – se giro para mirarme con esa sonrisa torcida plantada en su rostro

- ¿Qué tipo de experiencia? – pregunte embobada aun con su sonrisa. Rió quedamente

- Secreto – me dijo mientras se giraba nuevamente para ver a los niños, levanto un brazo para saludar a uno de ellos, me gire y vi que era Nate. Sonreí

- Gracias de todas formas -


- ¡Díganle adiós a la Señorita Swan niños! – les decía el Profesor Cullen a la fila de niños y niñas que tenia frente a el

- ¡Adiós Señorita Swan! – Gritaron nuevamente a coro

-¡Nos vemos niños! – les respondí mientras sentía que alguien besaba mi mejilla, me gire rápidamente para ver a Cullen con una sonrisa en su rostro

- Nos Vemos Bella – me dijo. Rápidamente sentí como la sangre subía a mis pómulos

- Que tenga un buen día profesor – respondí automáticamente

- Edward, Bella – me dijo con una sonrisa burlona – deja de llamarme profesor, no eres mi alumna...gracias a dios – dijo lo ultimo tan bajo que fácilmente pudo haber sido producto de mi imaginación ¡Maldita imaginación!- Adiós Señorita – dijo Edward a alguien.

Me quede parada en medio de la vereda viendo como se alejaban. Un carraspeo me saco de mi ensoñación

- Así que, el es el nuevo profesor de Nathaniel ¿no? – no me gire, ¿para que? Si ya sabía que estaba muerta. Alice lo había conocido de igual manera. Suspire

- Si – le conteste aun mirando como idiota el lugar por donde había desaparecido

- Es guapo ¿no? – siguió con su interrogatorio

- Si – conteste, ¿Qué? Aun estaba pasmada, cuando sentí sus calidos labios sobre mi mejilla fue una sensación tan malditamente dulce e indescriptible a la vez

- ¿Eso es todo lo que me dirás? – Preguntaba una exasperada Alice

- Si – le conteste mientras giraba para verla. Rápidamente cambio su expresión y puso una sonrisa, una de esas sonrisas. Me estremecí ligeramente

- Ni lo pienses Alice – le dije mientras abría mis ojos completamente

- ¡Claro que si! – Me grito eufórica – debes verte hermosa para tu querido profesor – me dijo mientras una sonrisa picara bailaba en sus labios

- ¡Alice! – espete mientras me ponía tan roja como un tomate – no es mi profesor – le dije ceñuda ¿Cómo podía decir esas cosas?

- ¡Pero Bella! Yo solo quiero que te veas linda, no con esa ropa que te pones – dijo mirando despectivamente mi atuendo

- ¡Hey! Mi ropa no tiene ningún problema, es cómoda y a mi me gusta – le dije cruzándome de brazos. Y comenzó el show

- ¡Pero Belly Belly! Anda, has feliz a tu amiga, Mejor amiga y única tía de Nate – Rodee mis ojos. Alice empezó a dar brinquitos a mi lado – Anda di que si, ¿si? – Suspire. ¿Por qué siempre ganaba Alice?- Esta bien Alice – le dije de forma aburrida. Comenzó a chillar al instante – Pero solo tenesmo 2 horas, recuerda que debo ir a buscar a Nate a las 2 – le dije mientras cerraba la biblioteca

- Si, si, lo que digas Bella – Bufe mientras me montaba dentro del ostentoso Porsche de Alice. Nunca me escucha. Creo que hablaré con Edward para que tenga una conversación Hombre a ¿Alice?, no, mala idea...Luego de 2 largas, extensas y agotadoras horas, con el maletero sufriendo debido a la gran inversión que hizo Alice en mi, finalmente nos fuimos camino al colegio de Nate. Alice comenzó a dar pequeños botes en su asiento

- ¡Alice! Tranquilízate, no es como si hubieran pasado años desde que no lo ves – le dije burlona. Alice siempre se emocionaba cuando veía a Nate, estos dos se llevaban demasiado bien - ¡Solo fue un día Alice, UN día!- reí mientras bajaba del auto viendo a Alice correr hacia la entrada del colegio.

- ¡Tía Alice! – ese era mi hijo. Me apoye en el Porsche para ver el tan esperado reencuentro

- ¡Nathaniel de mi corazón! – chillo Alice tan alto que muchas personas giraron en su dirección, ella ni siquiera se inmuto, estoy segura que después alegaría que estaba con su sobrino y que eso era mas importante que la chusma. Reí

- Siempre que te veo estas riendo sin razón alguna – me sobresalte al escuchar su voz tan cerca – Deberías tomar el consejo que le dije a Nate que te diera en la mañana – la sangre subió a mi rostro otra vez

- No puedes saber si tengo una razón o no – le conteste, ignorando su segundo comentario, con la respiración agitada aún

- ¿Te asuste? – Me pregunto burlón – Lo siento – no, claro que no lo sientes- ¿Nate a causado algún problema el día de hoy? – le pregunte tratando de cambiar la conversación. Rió suavemente

- No, ninguno – miro al frente y luego se giro hacia a mi – Nos vemos el lunes Bella - dijo mientras atraía mi mano a su cara y posaba sus labios en el dorso de esta – Adiós

Y otra vez me quede mirando como idiota por donde se iba, lo vi subir a un Volvo plateado, no sin antes guiñarme un ojo ¿Qué pretende este tipo? Suspire mientras volvía mi vista y me encontraba con unos muy curiosos Alice y Nate mirándome suspicazmente.

- ¿Qué? – les dije luego de que pasara un rato en el que no habían parado de mirarme. Se miraron los dos fijamente para volver la vista a mí y sonreír.

- Nada – dijeron al unísono sonriendo como idiotas. Suspire

- ¿Podemos irnos? – Les pregunte mientras rodeaba el auto de Alice y me sentaba en el asiento del copiloto

- Alguien esta de mal humor Nate – comentó Alice mirando a Nate por el retrovisor mientras parábamos en una luz roja

- Mm, si – dijo pensativo – me pregunto porque – sonrió inocentemente - ¿tu sabes porque Tía Alice?

- Creo tener una sospecha pequeño compañero – le contesto Alice como si el saber el porque de que me encontrara así fuera una misión de lo mas divertida

- ¿Y cual seria esa sospecha mi capitán? - Y como no, Nate le siguió el juego. Bufe

- Pueden dejar eso ¿Por favor? – les rogué, juro que lo hice, ¿para que? Para que los dos me miraran y se largaran a reír genial...

Luego de un largo trayecto a casa. Y digo largo si toman en cuenta que Alice y Nate pasaron todo el camino molestándome con cierta persona que no quiero nombrar ahora.

- Bella – me llamo Alice desde el asiento del piloto de su Porsche

- ¿Si Alice? – le pregunte exasperada. Colmaron mi paciencia cuando empezaron sus cancioncitas sobre mi y... ¡Aggh!

- No te enojes ¿Si? Te quiero ¡nos vemos el domingo! – y hecho a andar el auto

- ¡Espera! ¡¿Porque el domingo? – pero ya estaba demasiado lejos cuando termine de gritar eso. Suspire de frustración duende endemoniada...- ¡Ma, la puerta! – gire sobre mis talones y me encamine a la entrada de la casa.

Ya dentro me dispuse limpiar un poco, en la mañana no alcanzaba a ordenar mucho, luego de terminar con la cocina fui a ayudar a Nate con sus tareas, no tenía demasiadas así que acabamos pronto.

- ¿Quieres ver una película pequeño? – le pregunte. Nate comenzó a tallarse los ojos con sus manitas y movió su cabeza en forma de negación.

- Ven aquí – le dije abriendo mis brazos para cargarlo. Mientras subía las escaleras para acomodarlo en su recamara puso sus brazos alrededor de mi cuello y me susurro al odio

- ¿Puedo dormir hoy contigo Mami? – Sonreí con ternura

- Claro que si pequeño – le conteste mientras acariciaba sus cabellos.

Gire en la dirección contraria para acostarlo en mi cama, moví las frazadas y lo acomode.

- Ya vuelvo – le dije mientras besaba su frente. Rápidamente me metí en el baño y me cambie mi pijamas, solté mi cabello y lo cepille dos veces. Salí del baño para ver a Nate abrasando mi almohada. Sonreí melancólicamente Era lo mismo que yo hacia cuando mamá no estaba...Me acomode a su lado y los brazos de Morfeo me recibieron con deleite como todas la noches.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Ambiente del Set de Braking Dawn asusta a Policia en Baton Rouge

Al menos eso es lo que un capitán de la policía de la ciudad informó! Imagina que en el centro de la ciudad, un policía dedicado y confiado se enfrenta a una gran cantidad de sangre y pelo …?! Se desesperaba pensando una escena de un crimen … pero se estaba grabando una escena de Amanecer en la ciudad de Baton Rouge, Louisiana!

CAPT. Luis “Zurdo” Worrel, todo el mundo dijo que sería el sustituto de jefe de la policía que se retira Jeff LeDuff, pero la oportunidad para el veterano policía llego a su fin ayer, cuando confundió un set de la pelicula Amanecer en la calle con una horrible escena de un crimen .

“Hay sangre por todas partes – y pelo también” ¿Es lo que revela la transcripción de la frenética de transmisión por radio de Worrel. “Oh mi dios! Necesito refuerzos! Montones y montones de costillas! ”

Worrel se comprometió a pedir disculpas personalmente a todos los asistentes de producción en el set y diseñadores de vestuario a quien casi mata del susto al apuntarles con un arma. “Lo siento mucho -. Yo nunca había visto nada tan aterrador en 35 años de servicio”

Fue sólo cuando Worrell dio la ubicación a los despachadores cuando le dijeron que se trataba de una serie de grabaciones y que tenían todos los permisos adecuados. “Fue entonces cuando la mesa con bocadillos tuvo mucho más sentido. Cuales criminales violentos beben Evian y beben barras de Luna? ”

twitter

via Twifans y foforks

traduccion diariotwilight

Kirs Y Tay presentes en los PCA

Los People’s Choice Awards 2011 anuncian a las celebridades que asistirán a la ceremonia de entrega de premios el 05 de enero de 2011, en directo para EEUU por la cadena CBS

Malin Akerman, Julie Bowen, Michael Chiklis, Miranda Cosgrove, Kaley Cuoco, Taye Diggs, Lisa Edelstein, Zac Efron, Neil Patrick Harris, Teri Hatcher, Las Kardashians, Minka Kelly, Mila Kunis, Ashton Kutcher, Hugh Laurie, Taylor Lautner, Zachary Levi, AnnaLynne McCord, Leighton Meester, Stephen Moyer, Conan O’Brien, Jerry O’Connell, Jim Parsons, Pauley Perrette, Katy Perry, Natalie Portman, Emma Roberts, Kristen Stewart, Taylor Swift y Kate Walsh

Diddy-Dirty Money actuará con un sencillo de su más reciente álbum “Last Train To Paris”. Kid Rock interpreatará un sencillo del álbum aclamado por la crítica y que acaba de publicar, “Born Free”, que fue producido por Rick Rubin.

jueves, 23 de diciembre de 2010

El creador de Facebook queria a Robert Pattinson en "Red Social"

Mark Zuckerberg quería a Robert Pattinson en Facebook 


 
El joven multimillonario Mark Zuckerberg (26), creador de Facebook, manifestó sin pelos en la lengua que le hubiese gustado que el actor Robert Pattinson lo interpretara en la película "Red Social", pues su fanatismo por la Saga Crepúsculo lo llevó incluso a meterse en el personaje del vampiro.

En declaraciones que recoge Terra.co, sostuvo que su "atractivo" era similar que a Pattinson y por ello lo eligió. "Hubiese preferido que hubiesen escogido a alguien más atractivo para que me interpretara. Estaba pensando en Robert Pattinson. Siento que yo también tengo esa sexy, pálida y despeinada vibra inglesa. Y no sólo digo esto porque soy un gran fan de Twilight”, dijo.

Como se sabe, la película trata sobre la vida del hombre que tiene una fortuna ascendente a 6,900 millones de dólares, y quien ha recibido ofertas astronómicas por hacerse con la red social Facebook. “Realmente, creo que voy a añadir a Stephenie Meyer -la escritora- a mi página de ‘gente que te inspira’”, cerró sin rencor.

El Canal BIO ofrecera un documental sobre Crepusculo

Cada época ha tenido sus propios rompecorazones y ahora, los protagonistas de la saga "Crepúsculo" y del exitoso musical "High School Musical" han desbancado a quienes provocaron durante muchos años suspiros entre los espectadores. Conocidos actores como Leonardo DiCaprio, Jessica Biel o Alyssa Milano pierden su título de rompecorazones ante la llegada de los jovencísimos Robert Pattinson o Zac Efron. 






Para abordar este fenómeno, Bio estrena el próximo sábado, 25 de diciembre, a las 21:00 horas, un especial que incluye tres documentales: "Crepúsculo: Obsesión, la historia no autorizada", "High School Musical, historia no autorizada de Zac Efron y sus amigos" y "Rompecorazones adolescentes".

Al igual que los personajes de la novela, que intentan convertir a los humanos en vampiros, los lectores de "Crepúsculo" han traspasado la frontera y han llegado al lado oscuro de la obsesión. La novela de Stephanie Meyer atravesó los continentes y se podía ver a sus lectores enfrascados en el tren, el avión, en la hora de la comida, hasta que se apagaban las luces e incluso por Internet. Con el estreno de la película, al furor que despertaban los personajes de ficción se unió el que provocaron los actores protagonistas. Robert Pattinson, Taylor Lautner y Kristen Stewart, casi desconocidos hasta entonces, han logrado hacer latir los corazones de millones de admiradores y que todo el mundo hable de ellos.

Bio relata la crónica de este fenómeno en el documental "Crepúsculo: Obsesión, la historia no autorizada" (25 de diciembre, 21:00 horas), que analiza la sensación causada por "Crepúsculo", desde la aparición de la novela hasta su adaptación para la gran pantalla. Además, examina el perfil de sus protagonistas, su ascenso a la fama y su futuro, así como el vínculo romántico entre Robert Pattinson y Kristen Stewart.

El segundo documental, "High School Musical, historia no autorizada de Zac Efron y sus amigos" (25 de diciembre, 21:30 horas) se centra especialmente en los protagonistas de esta película -Zac Efron y sus compañeros de reparto-, que han inspirado a legiones de admiradores. Algunos de ellos, como Vanessa Hudgens, Ashley Tisdale, Lucas Grabeel, Corbin Bleu y Monique Coleman, han producido un fenómeno añadido: poner de moda nuevamente en el cine el baile y las canciones. El trabajo aborda también la historia de otros jóvenes ídolos, como Taylor Swift, Miley Cyrus o los Jonas Brothers.

Cada generación ha tenido sus ídolos adolescentes cuyos pósteres aparecen en las paredes de sus habitaciones y cuyas caras adornan la portada de las revistas para adolescentes como Tiger Beat. Parte de su encanto reside en la promesa de un brillante futuro, pero para muchos de ellos ese sueño nunca llega a realizarse. Los actores adolescentes crecen y también sus admiradores, quienes al final pierden el interés por su ídolo.

El tercero de los documentales de este especial, "Rompecorazones adolescentes" (25 de diciembre, 22:00 horas), recuerda a los ídolos que triunfaban en su momento y, además, muestra la vida de los ídolos de antaño que todavía lo son de adultos. Puede que ya no sean adolescentes, pero todavía tienen éxito y conservan su atractivo. BIO presenta a Christina Applegate, Leonardo DiCaprio, Jessica Biel, Alyssa Milano, Mario Lopez y Jessica Alba, entre otros.


fuente 

Robert y Kristen entre los mas recaudadores del 2010 segun Forbes



Robert Pattinson y Kristen Stewart ya están ultimando las escenas finales de 'Amanecer', de la 'Saga Crepúsculo' en las que, según indican en algunos foros, la actriz Dakota Fanning podría tener un protagonismo especial. Ambos actores triunfan en su profesión y son admirados por su talento y por su belleza, por lo que no es extraño que figuren en una lista como la de Forbes.

Según la lista de Forbes, en la que se incluyen a los actores que logran recaudar mayor cantidad de dinero en taquilla, Robert Pattinson y Kristen Stewart, aún se sitúan por detrás de Daniel Radcliffe, protagonista de 'Harry Potter'. Sin embargo, todo indica que la lista podría variar tras el esperado estreno de 'Amanacer', la película de la 'Saga Crepúsculo' que ya están terminando de grabar en Brasil.
Ésta es la lista de Forbes con los diez actores que más recaudaron en taquilla en 2010.
  • 1. Leonardo DiCaprio
  • 2. Mia Wasikowska
  • 3. Johnny Depp
  • 4. Robert Downey Jr.
  • 5. Daniel Radcliffe
  • 6. Robert Pattinson
  • 7. Kristen Stewart
  • 8. Sam Worthington
  • 9. Jaden Smith
  • 10. Jackie Chan
fuente

lunes, 13 de diciembre de 2010

Capitulo II. Tratamiento

—¡¿Qué pasa aquí? —insistió Bella al ver como agredían a Edward.

Emmett reaccionó inmediatamente y quitó a todos de en medio. Le parecía insólito que se golpearan de esa manera, por sobre todo que la pelea no fuese justa y para más que no llegase ningún inspector de pasillo, como mínimo.

Bella quedó sorprendida al ver a Edward sangrar sin quejarse, entonces se dio cuenta que Mike Newton también estaba sangrando. Tenía ciertas dudas de cómo había comenzado todo, pero se las guardó para después.

Se acercó a Edward y le ayudó a incorporarse.

—Váyanse de aquí ahora mismo, antes que con mis manos les destroce la cara uno por uno —dijo con mucha furia Emmett.

Mike odio tener que marcharse, pero su boca se estaba hinchando y le latía demasiado como para continuar.

—¡Me las pagarás Cullen! —chilló mientras se iba.

Cuando ya no se necesitaba nadie para el socorro de Edward, apareció el Sr. Still para verificar si todo estaba bien.

—L-Lo e-está Sr. S-Still —respondió Edward ya de pie.

Sabía que no conseguiría nada si comenzaba a explicarle el asunto, en realidad lo único que conseguiría sería otra paliza.

—¿Qué dices? —le criticó Bella —. No esta nada bien, vengo recién llegando a este instituto y presenció una pelea entre matones eran siete contra un solo chico y lo golpearon fuertemente, si no llegamos quizá lo habrían matado en el pasillo ¿Qué clase de seguridad tienen ustedes? —criticó furiosa Bella.

Si su padre supiera en dónde estaba y lo que ocurría de seguro la saca de inmediato de ese horrible lugar, pensó mientras se preocupaba de ver las heridas de Edward.

—Srta… —dijo el Sr. Still.

—Swan —agregó Emmett.

—Srta. Swan, me parece que usted ha presenciado un hecho aislado, lamento que dude de nuestra seguridad, ahora es mejor que el Sr. Cullen vaya a enfermería, es mejor que uno de ustedes le acompañe —dijo el Sr. Still.

Emmett miró a Bella sonriente y le arqueó una ceja. Le parecía gracioso que tuviese que defender al chico tartamudo más si ahora tendría que ir con él a la enfermería.

—Ve tú —le dijo Bella.

—N-No se m-mole-lesten, p-p-puedo lleg-gar m-muy b-bien a la e-enferm-mería —señaló Edward quien no quería ser una carga, mucho menos para aquella desconocida que con su personalidad de cohibía aún más.

—Bella si voy con Edward te perderás aún más en este lugar, ve tú yo los disculpo en la clase de… —dijo revisando su hoja.

—L-Lab-borato-rio d-de b-bi-iolog-gia —señaló Edward.

Emmett asintió y se marchó dejando a Bella molesta sosteniendo del brazo a Edward.

—P-Pue-edo s-solo, m-ma-march-chate —pidió.

La verdad es que no le gustaba ser carga de nadie, menos por lastima y evidentemente la chica huía de él, así que mejor sería darle el pase para que se marchara de una vez.

—Si te encuentras con esos desalmados quizá que te harían de nuevo y no quiero que nada de eso vuelva a ocurrir —dijo Bella con sinceridad.

Le apenaba tener que ver a un chico tan bueno, por lo que se veía, sufrir de esa forma.

Caminaron juntos hacía la enfermería mientras todo el resto del alumnado se dirigía a sus clases, aunque no pasó inadvertido para nadie que la chica nueva y guapa estaba ayudando a la escoria de Edward Cullen.

En la enfermería le curaron las heridas y le dieron un par de antiinflamatorios, le recomendaron entrar a la siguiente hora, por lo que Edward y Bella tenían mucho tiempo.

—¿Qué haremos? —señaló Bella aburrida.

Su laboratorio favorito había comenzado sin ella, amaba la biología y detestaba estarse perdiendo parte de la clase, aunque después de todo era por una buena causa y el chico la necesitaba.

—Y-Yo m-m-me v-vo-vo-voy a l-la b-bi-blio-te-teca —dijo Edward maldiciéndose a sí mismo por tartamudear tanto delante de aquella mujer.

—¿Me dejarías acompañarte?

Bella no sabía donde estaba la biblioteca y deseaba conocer que libros tenían, quizá había algo que ella no había leído, aunque lo dudaba, pero sería interesante, además reconoció para sí que temía que al chico le ocurriese algo.

Edward asintió en silencio evitando hablarle, su lengua se trababa aún más y detestaba quedar en ridículo ante una linda chica.

Bella entendió muy rápidamente el silencio, el chico no deseaba hablarle porque se sentía avergonzado de su condición, se incomodo al darse cuenta de aquello, quizá por eso se aislaba tanto de los demás.

Caminaron juntos hacía la biblioteca en un silencio casi sepulcral.

Emmett se acercó a Rosalie antes de que comenzara el laboratorio.

—Disculpa —dijo en un tono casual —¿Tú eres hermana de…?

Había olvidado el nombre.

—¿Edward Cullen? —sonrió Rosalie —. Te advierto que si te vas a burlar de mi hermano en mi cara…

Rosalie tenía unas cuantas verdades guardadas para aquel que osase molestar a su hermano y estaba dispuesta a plantárselas al chico nuevo.

—No, no —interrumpió Emmett —. El matón que esta allí —señaló a Mike —. Y sus amigos han golpeado a tu hermano.

—¡¿Qué? —chilló Rosalie.

Caminó hacía donde estaba Mike y su grupo.

—Esta en la enfermería —agregó Emmett antes que llegase al otro mesón.

Siguió a Rosalie, en caso que se metiese en problemas, quizá necesitaría ayuda, aunque esperaba que no cayeran tan bajo de agredir a una chica.

La hermana de Edward estaba que echaba humos hasta por la nariz. Intentó calmarse pero fue en vano.

Vio a Mike con su boca hinchada y comprendió que lo que le decía el chico nuevo era cierto.

—Maldito bastardo —le gritó fuertemente en su rostro y mientras pronunciaba un sermón de groserías indescriptibles le golpeó tan fuerte en la nariz que Emmett se sorprendió al ver que sangraba como si hubiesen abierto un grifo de agua.

—¿Qué haces? —le gritó Tyler.

—¡Cállate y no te metas si no quieres que te toque a ti también! —gritó Rose —. Mira Newton, una sola cosa más en contra de Edward, aunque sea la más minima y ¡te juro, te lo juro! que te dejaré sin hijos por el resto de tu vida y con el dolor más grande que jamás hayas sentido, además me encargaré personalmente de desfigurar el rostro de tarado y golpearé tu trasero de nenita hasta que parezcas lo que realmente eres… ¡Escoria! —dijo Rose volviéndole a plantar un combo, esta vez en la quijada.

Emmett abrió los ojos sorprendido al ver que Rosalie había defendido a su hermano como nunca nadie lo había hecho.

Tyler intentó tirarle su larga cabellera por la espalda mientras que Rosalie caminaba hacía la salida del salón. Entonces Emmett al ver semejante cobardía reaccionó golpeando a Tyler tan fuerte que este cayó sobre la mesa de Lauren y Jessica.

Rosalie quedó admirada de la fuerza de Emmett y se lo agradeció.

Al llegar a la sala el Sr. Vanner constató que era un lío e intentó poner orden. Envió a Mike y a Tyler a la enfermería.

—Mr. Vanner, ¿Puedo ir a ver a mi hermano que se encuentra en la enfermería? —pidió Rose.

—Srta. Cullen, permítame decirle que su hermano se encuentra en la biblioteca, me lo he encontrando allí, esta bastante mejor y se ha disculpado junto a la Srta. Swan —respondió.

Para Rosalie no fue satisfactoria la respuesta, pero por lo menos su hermano no se encontraba solo, así que por ese lado se relajó y decidió esperar a terminar el laboratorio para ir donde su gemelo.

Emmett volvió a sentarse al final del salón, esta vez solo e impresionado por lo valiente que era Rosalie. Una y otra vez reconoció para sus adentros que era una mujer increíble ¡Qué mujer! Se repitió varias veces.

—Alice —dijo Rosalie.

—Dime —dijo Alice dibujando un vestido en la contratapa de su libro.

—¿Te molesta si este laboratorio lo hago con el nuevo chico? —sonrió a su amiga.

—¿Me plantarás? —chilló.

—No, se trata que quiero de alguna forma agradecerle el haber defendido a mi hermano y luego a mí, y al parecer esta solo —dijo segura Rosalie.

—Está bien, yo lo haré con Ángela —sonrió.

Rosalie se acercó a Emmett, quien se asustó al verla de pie junto a su pupitre.

—¿No tienes pareja para el laboratorio? —preguntó Rosalie para asegurarse que estaba en lo correcto.

—Mi amigo imaginario, te lo presento… —rió señalando el puesto vacío.

Rosalie frunció el ceño, pero luego entendió su chiste, aunque no le pareció muy gracioso, sonrió por cortesía.

—No, en realidad esperaba trabajar con mi hermana, pero como ves esta con el tuyo —explicó Emmett viendo las hermosas facciones de Rosalie.

—¿Te parece si trabajamos juntos? —sonrió Rosalie.

—Estupendo —admitió dándole el espacio para que se sentara a su lado.

Mientras que Edward estaba en la biblioteca junto a Bella buscando un libro para biología, se sentía muy incomodo al darse cuenta que ella seguía a su lado, pasillo a pasillo. No sabía que era más incomodo, no poder hablarle o querer hacerlo y sentir más vergüenza de lo normal.

—¿Te gusta estar aquí? —susurró Bella.

Edward asintió en silencio.

—¿Por qué? —preguntó Bella sabiendo que debería responder con palabras aquellas preguntas.

Edward suspiró.

—¿Te incomoda hablarme? —dijo Bella, aunque se arrepintió al instante al ver como Edward se ruborizaba completamente.

—Lo siento —se disculpó —. No es que quiera presionarte a hablar, es sólo que… Bueno me gustaría hablar contigo, ya sabes, soy nueva y no he tenido amigos de colegio nunca.

Edward se sorprendió al oír la palabra amigos.

Él realmente quería hablarle, quería hacerlo, pero no sabía como… así que prefirió continuar en silencio.

—¿No te agrado? —continuó Bella con sus preguntas.

Edward se sentía arrinconado, nunca antes alguien había querido hablar con él y justo ahora la chica que más lo intimidaba lo hacía.

Hizo un gran esfuerzo, evitó mirarla aunque ella se puso al frente de él.

—S-S-Si —logró decir mirando al suelo.

—No te agrado —afirmó Bella desilusionada.

—N-No, n-no e-es e-eso. M-Me g-gu-gusta e-estar a-aquí —dijo con dificultad —. P-Porque n-no d-debo h-hablar —reconoció un tanto avergonzado y aún ruborizado.

—Perdón —se disculpó Bella al ver que él se incomodaba aún más —. Sabes, no nos hemos presentado —sonrió.

—E-Ed-ward —susurró.

—Bella —le estiró la mano.

Él se la presionó con suavidad.

—¿Te puedo preguntar algo? —curioseó Bella.

Edward asintió en silencio nuevamente.

—¿Por qué no nos tomaste en cuenta a Emmett y a mí cuando nos presentábamos? —dijo con real curiosidad.

Edward se complicó al responderle, era una respuesta demasiado larga y no sabía como acortarla y evitar tartamudear tanto.

La miró con tristeza en sus ojos y se dio cuenta que Bella tenía los ojos chocolates más lindos que había visto jamás, aunque claro está que de seguro era uno de los primeros ojos que veía directamente. Él evitaba tener contacto con todas las personas que pudiese, más si eran chicas.

Absorto, sacó un libro de la estantería y caminó hacía la mesa en donde estaban sus cosas.

—¿No me responderás? —dijo Bella sin comprender los motivos del silencio de Edward.

Este negó con la cabeza.

—¿Por qué? —inquirió.

Edward pensó que ella hacía demasiadas preguntas y que eso implicaba hablar demasiado… ¿Acaso ella no entendería que odiaba hablar?

Entonces Bella por su mirada logró darse cuenta que él quería hablar con ella, pero que se avergonzaba de hacerlo.

No quiso preguntar más, no quería parecer una chica desesperada por la amistad de alguien.

Al darse cuenta que la hora de almuerzo se aproximaba Edward y Bella decidieron caminar hacía el laboratorio de biología al encuentro de sus respectivos hermanos.

—Sr. Cullen —dijo el Sr. Vanner al verle.

Edward agradeció que Mike y sus matones no estuviesen en el salón.

—¿Se encuentra mejor? —preguntó el profesor —. Extrañé a mi alumno estrella —sonrió para darle ánimos.

Edward asintió en silencio.

—Se han atrasado en un laboratorio, pero lo recuperaran a finales de semestre, así que no se preocupen por eso —sonrió.

Edward agradeció la benevolencia de su maestro y se acercó hacía Rosalie.

Alice y Ángela corrieron al encuentro de Edward.

—¿Estás bien? —preguntó Ángela muy preocupada de él —. Mira como te han dejado.

Acarició su brazo y Edward se quejó ante el dolor del roce.

—¿Te han hecho mucho daño? —dijo Alice.

Edward hizo una seña explicando que fue más o menos.

Bella se dio cuenta de inmediato del interés que tenía Ángela en Edward, la chica se preocupaba mucho por él, de hecho le tendió una toallita para que limpiase la herida que tenía en la ceja, ya que volvía a sangrar.

Rosalie corrió a los brazos de su hermano e intentó no aplastarle.

—¡Esos infelices! Juro hermanito que les dí su merecido, prometo que nunca más te harán daño… ¡Qué se atrevan y los mato! —dijo Rose acariciando el rostro dolorido de Edward.

—N-No hace f-falta, c-creo q-que estoy b-bien —sonrió pesadamente al sentir un dolor en sus costillas.

Bella se alejó del grupo de conversación.

—¡Bella! —chilló Rosalie.

Esta se volteó sorprendida.

—Gracias por cuidar tan diligentemente a mi hermano —le sonrió.

—No hay de qué —sonrió —. Gracias a ti por trabajar con el mío —rió.

A la hora del almuerzo, Ángela, Ben, Alice, Rosalie y Edward estaban sentados en una esquina del salón. Edward escuchaba música, mientras que el resto conversaba de los planes que tenían para el fin de semana, luego del baile.

—Allí viene Emmett y Bella —susurró Ángela.

Rosalie estaba dispuesta a invitarles a sentarse con ellos, entonces vio que Jessica y Lauren se paraban de su mesa para invitarles a unirse a su mesa.

—¿Por qué no se sientan con nosotros? —sonrió Jessica.

Bella miró a Emmett con desaprobación.

—Creo que buscaremos otra mesa —dijo Bella algo molesta.

Detestaba que mirasen a su hermano de esa manera, mucho más si era una chica que no tenía idea de la diferencia entre hipérbole e hipérbaton.

Al oír esto Rosalie se levantó de su mesa.

—Pueden unirse a nosotros —sonrió.

Bella al ver que su proposición era sincera y desinteresada aceptó feliz.

Emmett no puso inconveniente en sentarse con ellos.

—No puedo creer que nos hayan rechazado —chilló Jessica.

—Lo peor es que se hayan sentado con esa gentuza —añadió Lauren.

—Lo terrible es que ese hombre estaba tan apetecible —rezongó Jessica.

Lauren rió para sus adentros al ver como su amiga se lamentaba por la perdida del bombón, sobre todo porque había creído que él se había fijado en ella.

—Edward —llamó su atención Rosalie.

Este no la oyó por estar escuchando música a todo volumen.

Rosalie suspiró y le quitó los audífonos del mp3.

—¿Por qué hiciste e-eso? —le criticó.

El resto siguió conversando con Emmett, pero para Bella no pasó desapercibido que Edward casi no había tartamudeado.

Al llegar a casa Esme se sorprendió al ver lo moreteado que estaba Edward.

—¿Qué ha pasado? Rosalie, te dije que me llamaras —la reprendió.

—Mamá, eso ocurrió después y Edward no quiso que te alarmase —le criticó Rosalie.

—Mamá no es culpa de Rose, ella simplemente me h-hizo c-caso —señaló Edward para evitar que retasen a Rosalie por su culpa.

—Llamaré a tu padre enseguida —dijo un poco alterada Esme.

—¡N-No hace falta! —chilló Edward.

—Si, si la hace —dijo Esme.

Se preguntaba una y otra vez quién sería capaz de hacerle algo así a su hijo, detestaba muchas veces la crueldad que tenían en contra de él.

Habló con Carlisle, su esposo y este le pidió que lo trajese inmediatamente.

—¿Quién fue? —inquirió luego de colgar el teléfono.

—Mike Newton y su séquito de matones ¿Quién más, mamá? —rodeó los ojos Rosalie.

—¿Pero si Mike y tú eran amigos? —dijo Esme incrédula.

—Si, mamá en el p-primer a-año de la p-primaria —dijo asqueado Edward.

Edward, Rosalie y su madre se fueron rápidamente hacía el hospital en donde los esperaba Carlisle en su oficina.

—Amor —sonrió cariñosamente al ver entrar a su mujer.

—Cariño, mira como han machacado a nuestro niño —dijo dolorida Esme.

—Vaya, vaya, esta vez te han dado duro ¿eh? —dijo examinado a Edward —¿Podrían dejarnos solos mientras lo examino?

—¡Papá! —chilló Rosalie —. No hay nada que a Edward no le haya visto, además tengo derecho a estar aquí.

—¿Dudas que tú padre haga algo mal? —inquirió con cariño Carlisle.

—No, pero no quiero morir de preocupación y curiosidad —hizo un puchero Rosalie.

—Olvídalo. Amor, por favor —le pidió para que se marchasen.

Esme, con las mismas ansias de saber como estaba Edward, tuvo que marcharse con Rose.

Carlisle revisó a Edward dándose cuenta que no había sido tan grave, pero que tendría que tener cuidado con sus movimientos.

—¿Te duele?

Edward se quejó a modo de respuesta.

—¿Por qué fue ahora? —dijo Carlisle acostumbrado que su hijo fuese golpeado. A pesar de hablar con los padres de los agresores, estos continuaban haciendo de las suyas. Incluso había amenazado a las familias con no atenderles si sus hijos continuaban con este tipo de agresiones, aunque sabía que no podría cumplir con ello por que faltaba al código médico.

—Rosalie hab-bló en su d-discurso s-sobre Bullying y bien aquí me tienes —sonrió apesadumbrado.

—Hijo, creo que ya esta bien de todo esto, debes afrontarlo —sentenció —. Volverás a las sesiones del psicólogo.

Edward se quejó, lo que menos quería era volver a las sesiones con el Dr. King, un hombre mayor que se dormía mientras él hablaba.

—El Dr. King, se queda d-dormido en las s-sesiones —se quejó.

—No, el Dr. King no, ha llegado un nuevo médico, recién egresado y bastante experto en estos temas, me gustarías que le visitases a él —dijo vendando el codo de Edward.

—¿Quién? ¿Le conozco? —inquirió Edward inseguro.

—No, es nuevo se llama Jasper Hale —sonrió —. Es muy bueno.

—Si tú lo dices —rodeó los ojos.

—Nada cuesta intentar —dijo Carlisle dándole un pequeño golpecito en las piernas.

Esme y Rose estaban deshechas en curiosidad. Querían saber a toda costa que ocurría dentro.

—Dime una cosa Rose —dijo Esme mientras pensaba en lo ocurrido.

—Si, mamá —respondió dulcemente.

—¿Cómo dejaron de golpear a Edward? ¿Interviniste?

—No mamá, no he sido yo. Alice, Ángela y yo estábamos arreglando los detalles del baile de beneficencia, cuando llegamos al laboratorio Emmett me dijo que mi hermano estaba con su hermana en la enfermería —le explicó.

—¿Emmett? No conozco a ese muchacho.

Esme conocía muy bien a todas las familias de Forks, por el trabajo de su esposo había oído hablar de cada uno de los que vivían en el pequeño pueblo.

—Es nuevo al igual que Bella su hermana, son hijos de la profesora de artes —sonrió Rose.

—¡Ah! Pero cuéntame ¿Cómo ocurrió todo?

Rosalie comenzó a narrarle lo que ella sabía, sin detenerse en ninguna sola parte, contándole que había golpeado a Mike y que Emmett la defendió de Tyler, además le comentó que Bella había pasado todo el tiempo con Edward al ver que no podía volver a clase.

—¡Oh! —dijo sorprendida Esme ante la historia —. Hija quiero que traigas a cenar a esos chicos a penas puedas, quiero agradecerle el buen gesto que han tenido —sonrió dulcemente.

—Si mami —dijo feliz Rosalie.

Rosalie pensaba que le gustaba Bella como amiga y que quizá podría intentar unirla al grupo con las chicas.

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Autora: ManneVanNecker

Fanfics

1.- PERFECTO, UN NUEVO PROFESOR

Capitulo 2: MI PEQUEÑO ANGEL

Capitulo 3: ¿VISITA A LA BIBLIOTECA?

Capitulo 4: MACDONAL'S, ¡GRAN IDEA!

2.- PAPER LOVE