martes, 29 de marzo de 2011

Capitulo 5: ¿Y tú, que haces en mi casa?

- ¡Mary Alice Brandon! – Grite a la persona que se encontraba sentada en una de las mesas del Starbucks en el que me encontraba a estas horas de la mañana

- ¡Bella! – chillo de vuelta con una gran sonrisa adornando su rostro. Nunca he entendido a Alice, puede ser el fin del mundo y estoy segura de que la vería dando brinquitos como si nada estuviera pasando ¡Increíble!

- ¿En que demonios estabas pensando? ¡Tu lo conocías y, y...! – espeté malhumorada. Alice solía muchas veces sacarme de quicio, pero nunca con tal magnitud. ¡Ya podía sentir el humo salir de mis orejas como en los dibujos animados! Dejes salir un pequeño grito de frustración mientras tomaba asiento junto a ella cruzando mis brazos sobre mi pecho

- Espera, Espera – me dijo Alice – Si, yo conocía a Edward. Pero lo conocí después de ese día en la biblioteca ¡así que no tiene nada que reprocharme!- me dijo mirándome como un perro mojado bajo la lluvia. Bufe !Hasta en ti es patético usar ese truco ahora Alice!

- ¿Después del día de la biblioteca? – Pregunte con un deje de ironía en mi voz - ¿Y tu esperas que yo te crea eso Mary? – Hizo un gesto de desagrado al escuchar como la había llamado

- ¿Recuerdas que te dije ese mismo día que Jasper me presentaría con su familia?- negué con mi cabeza - ¿Cómo que no? ¡Pero si yo...!- Una deslumbrante sonrisa curso el rostro de Alice ¡Dios! Era tan grande que lucía como el gato de Alicia en el país de las maravillas - ¡Ah! Ahora que lo recuero... ¡Estabas tan ocupada mirando el trasero de tu querido profesor como para escuchar a tu mejor amiga hablar sobre el hombre de su vida! – prácticamente me grito tratando de hacerse la ofendida. Un maldito sonrojo cubría mis mejillas

- ¡Alice! Yo no estaba mirando su...su...eso –y nuevamente sentí la sangre acumularse bajo mis pómulos. Y es que yo solo me quede mirando como se alejaba ¿Verdad? Sacudí mi cabeza en un intento de sacar los recuerdos de ese día que trataban de adentrarse en mi cabeza

- Claro, Y yo soy la hija perdida de Carolina Herrera – me dijo Alice sarcásticamente mirándose su nueva manicure, debo suponer.

- Bueno, ese día me dijiste que Jasper te presentaría a su familia...- comenté arqueando mis dos cejas, apresurándola para que siguiera con su explicación y dejara de evitar el tema

- ¡Ah Si! Bueno Jazzy...– su mirada se perdió por un momento haciendo que sus orbes azules tomaran un brillo peculiar. Suspire-...me invito a la casa de los Cullen, Y ahí tuve el agrado de ver por segunda vez en el día a tu sexy profesor – Finalizó ensanchando una sonrisa que desde ahora comenzaría a odiar ¿Sexy? Ahora no es Querido, es Sexy. Resople

- ¿Y...? – comenté esperando que siguiera su relato, no me iba a quedar con que nada paso ¡Por Dios santo! ¡Es Alice de quien estamos hablando! Sonrió con suficiencia

- Y nada – se encogió de hombros restándole importancia mientras tomaba el menú en sus manos y comenzaba a hojearlo despreocupadamente

- Alice...-espeté con tono amenazador. No me iba a dejar así ¡No señor!

- No Bella, no te diré nada – me dijo haciendo más grande su sonrisa. Iba a replicar cuando siguió hablando – Y puedes quedarte con mis Jimmy Choo – Ok, eso me dejó en estado de shock - ¿No te dije? ¡Oh, por supuesto que no! – Prosiguió con una pequeña risita – Ayer, Jazzy se enteró de que mi malvada amiga se había adueñado de mis preciados Jimmy Choo edición limitada Otoño-Invierno 2009 – Siguió sonriendo mientras yo la miraba con mis ojos al borde de la impresión – Y bueno – risita otra vez – ¡Jazzy me compró dos pares! ¡Dos Pares! ¿Puedes creerlo Bells? ¡El es el mejor! – comentó en tono meloso. Yo aún seguía en mi estado de conmoción

- Alice – la llamé desbordando seriedad

- ¿Si Bella? – Preguntó confundida

- ¡Tengo que conocer a Mister Maravilloso! – chillé de emoción. Que alguien aguantara tanto tiempo a Alice se merecía ser dueño de mi devoción eterna ¡Es Alice! – Debes, no, no debes, ¡Tienes que presentármelo! – Le ordené apuntándola con mi dedo índice

- ¿Eso quiere decir que ya no estas enojada conmigo por no decirte que conocía a tu profesor...– me pregunto de forma inocente -...ni por darle tu numero telefónico? – ¡Oh! Eso lo había olvidado por completo. Una estúpida sonrisa se formo en mi rostro recordando los sucesos de la noche anterior ¿Enojarme contigo por eso? ¡Te amo completamente por hacerlo Alice! Pero eso no es algo que le diría en voz alta, no, no alimentaría su ego

- Bueno creo que eso es un no – la voz divertida de Alice me trajo de vuelta a la realidad. Alcé mi mirada para enfocar al duendecillo pero al ver su mirada de yo se que algo paso ahí lo único que atiné a hacer fue agachar mi cabeza nuevamente para tratar de ocultar mi sonrojado rostro


- ¡Nathaniel de mi almaaa! – gritó Alice esforzándose por alargar su tono de voz en la ultima vocal. Rápidamente se escucharon unos pasitos apresurados por el corredor. Nate venía doblando en la esquina a toda velocidad cuando sus pies le hicieron tropezar

- ¡Auch! – se quejó. Alice corrió rápidamente a su rescate. Suspire mientras cerraba la puerta

- ¿Qué te he dicho sobre andar a pie descalzo Nate? – le pregunte en tono de reproche

- Lo siento Ma – me dijo mientras trataba de sacar unas pequeñas lagrimas que se acumularon en sus ojos a causa del dolor. Me acomodé a su altura y limpie unas pequeñas lágrimas que se habían escapado de sus ojos. Sonreí con ternura

- Ahora ve a calzarte unos zapatos. Tía Alice y yo te esperaremos en la cocina – le dije mientras volvía a mi posición inicial. Nate partió corriendo a su habitación nuevamente. Me giré para mirara a Alice la cual me miraba con demasiada dulzura- Tus padres estarían orgullosos de ti Bella – me dijo mientras caminábamos a la cocina. Solo atiné a sonreír.

Muchas veces me he preguntado si estoy siendo una buena madre para Nate. Yo tuve un gran ejemplo, Renee fue una gran madre y esposa. Aún recuerdo cuando me alentaba con algo a lo que yo trataba de desistir porque no era lo suficiente buena para ello. Pero ella siempre estaba ahí para mí, igual que Charlie, papá, apoyando a su pequeña niña hasta el final. Tome una gran bocanada de aire y suspire. Alice me miraba con un deje de culpa en sus ojos. Le sonreí levemente, no era su culpa el que aún me causará daño recordarlos

- ¿Qué quieres que haga para almorzar Alice? – le pregunte para cortar la tensión que había crecido en el cuarto de un momento a otro

Me iba a responder cuando su móvil comenzó a sonar con la canción Sugar, Sugar (*) Reí internamente, Alice y sus ocurrencias

-...Ok, Te quiero Jazzy, ¡Ciao!- y colgó. Se quedo mirando el pequeño aparato por una milésima de segundos y suspiro - ¿Bella? – me llamo con un extraño tono en su voz

- ¿Si Alice? – le pregunte de vuelta. No me gustaba nada ese tono de voz

- ¿Enserio quieres conocer a mi Jazzy? -

- ¿Si?- pregunté en ves de responder. Suspire abatida - ¿Lo invitaste a almorzar, no es así? – Le pregunté mientras ceñía mis manos en mi cadera y ponía mis brazos en forma de jarra

- ¡Si! – Comenzó a dar pequeños brinquitos en su lugar – Así que iré a poner otro puesto en la mesa...-decía mientras salía rápidamente de la cocina

- ¿Jazzy es el Tío de Emma ¿ - me preguntó Nathaniel que venia entrando en la cocina

- Si pequeño -

- ¿Vendrá Emma con él? – Me pregunto mientras sus ojitos se iluminaban

- No lo sé pequeño – le dije acariciando sus cabellos - ¿Por qué no vas a verificar que Tía Alice no haya vote nada con sus brinquitos?- le pedí. Nate soltó una pequeña risita

- ¡Ahí voy Ma! – me grito mientras salía de la cocina. Paz ¡al fin! Suspire y me puse a terminar la comida, ahora tendría otro invitado más, al fin conocería a Mister Maravilloso. Para pasar el rato me puse a imaginar como sería el tipo de Alice, ¿Alguien tan hiperactivo como ella, loco por la moda y...? No, no lo creo, esa descripción serviría para otro tipo de hombres que no se interesaría en Alice...ni en ninguna otra mujer. Reí involuntariamente

- ¿Otra vez riendo? – me pregunto esa voz. Me giré rápidamente sin fijarme que aún sostenía el cuchillo con mi mano izquierda

- Auch – gemí. Rápidamente agarre un paño que se encontraba por ahí y envolví mi mano en el ¡Genial Bella!- ¿Estas bien bella? – me preguntó Edward con un tono preocupado en su voz

- Te dije ayer que la torpeza no se quitaba fácilmente – comenté. Logré arrancarle una pequeña risa de sus labios

- Déjame – me dijo mientras corría mi mano derecha y agarraba mi mano izquierda con cuidado. Lentamente saco el asqueroso paño que me había puesto como un método rápido para que la sangre dejara de salir. Tomo mi mano entre las suyas y la puso bajo la llave del lavabo

- ¿Qué demonios estas haciendo tú en mi casa? – le pregunte tratando de ignorar el olor que destilaba la apestosa sangre y su dulce contacto al momento de mover sus manos sobre la mía bajo el agua. Soltó una pequeña risa

- Bueno – comenzó con aire divertido – digamos que estaba con Jasper cuando este llamó a Alice y esta le dijo que viniera a tu casa ¿Creías que me iba a perder tal oportunidad? –e pregunto mientras cerraba la llave. Lo miré atónita - ¿Tienes vendas?-me preguntó

- En el segundo cajón de arriba – le respondí automáticamente

Me hizo un ademán para que tomara asiento mientras el se disponía a buscar las vendas. Sacó el botiquín de emergencias que tenía en el cajón y se sentó junto a mí mientras volvía a tomar mi mano y aquella extraña sensación que me producía su contacto surgía nuevamente Comencé a escuchar unas suaves risas que venían desde el comedor – así que Mister Maravilloso ya está aquí – pensé...

-¿Mister Maravilloso?- o eso creí haber hecho. Mis mejillas tomaron el color de un perfecto tomate al darme cuenta de que lo había dicho en voz alta

- Jasper – respondí tímidamente

- ¿Así que Jasper es Mister Maravilloso? – Me pregunto en tono burlón Edward mientras terminaba de poner la venda en mi mano

- Sip – le respondí al momento en que me ponía de pie para comenzar a llevar la comida a la mesa

- Deja que te ayude, no queremos otro accidente ¿verdad? – Y me quito los platos que tenia en mis manos para llevarlos él – No creo que te hagas mucho daño si llevas la bebida ¿no? – Me dijo en tono burlón, fruncí el seño

- No – le respondí escuetamente

- Me pregunto como me dirán a mi – susurro despacio

- Querido Profesor – le respondí con ironía – Pero ahora que lo mencionas, Alice ha cambiado tu apodo a Sexy Profesor – le dije mientras una sonrisa burlona aparecía en mis labios. Lo miré de reojo y sus adorables mejillas se tiñeron de un rosa pálido que apenas se notaba

- ¿Así que...sexy? – Preguntó luego de un rato

- Eso mismo me pregunte yo- susurré

Cargamos las cosas al comedor. Ate estaba en la alfombra de la sala leyendo uno de los libros que le traje el otro día. Alice estaba riendo suavemente con un hombre, bastante guapo debo admitir, en el sillón que se encontraba en la sala

- ¡Bella! ¿Te gusto mi sorpresa? – me pregunto la duendecillo con una sonrisa picara en su rostro

-¡Claro Alice! – le respondí con falso entusiasmo, que no salio tan falso como hubiera querido

- ¡Ven Bella, ven! – me decía Alice mientras me hacia un ademán con su mano para que me acercara a ella y Mister Maravilloso

Deje la bebida en la mesa y miré a Edward fugazmente, este estaba rodando sus ojos, sonreí

- Jazzy, ella es Bella de la que tanto te he hablado...y creo no ser la única que lo ha hecho- susurró Alice al final dándole una rápida mirada a Edward- Bella, ¡el es mi Jazzy! – me dijo mientras comenzaba con sus tan característicos brinquitos

- Un gusto Bella – respondió cortésmente Jasper con un suave acento sureño. Jasper no era nada a como me lo había imaginado. Cabellos dorados, tantos y iguales a los de Emma, ojos celestes, hermosos, debo añadir, un porte apropiado, Alice parecía un llavero colgada de él, en fin, era bastante guapo – He oído hablar mucho de ti – y otra vez las miradas fugaces hacia Edward el cual se hacia el desentendido – La pequeña Emma no ha parado de hablar de la mamá de Nate – me dijo sonriendo con calidez puntos para el maravilloso sureño

- El gusto es mío – le dije estrechando su mano – No sabes cuantas ganas tenia de conocer a la persona que ha podido aguantar a Alice tanto como yo – le dije guiñándole un ojo mientras Alice bufaba. Jasper y Edward soltaron una risa

- ¡Tu no te rías profesor! – amenazó Alice a Edward. Se miraron por un instante, como si con eso se dijeran todo lo que estaban escondiendo. Edward suspiró y levanto sus manos en señal de rendición

- Esta bien enana – le dijo a Alice - ¿Ahora que les parece si tomamos asiento? – comentó Edward. Lo miré arqueando una ceja

- ¿No se supone que yo debo decir eso? – le pregunte cruzándome de brazos

- ¡Oh vamos Bella! Muero de hambre – me dijo mirándome con suplica. Reí – Además, muero de ganas de probar tus dotes culinarios – me dijo de forma divertida mientras tomaba asiento. Suspire

Al cabo de un rato nos encontrábamos todos alrededor de la mesa. Edward estaba a mi lado derecho y Nate a mi lado izquierdo, Alice y Jasper estaban frente a nosotros. El almuerzo partió con una conversación amena, pequeñas indirectas que me tiraba Alice que decidí ignorara de momento. Me di cuenta de que Jasper era todo lo contrario a Alice, era una persona reservada y de pocas palabras, pero cuando hablaba lo hacia con demasiada sabiduría. Tenia toda la tranquilidad que Alice necesitaba y esta tenia toda la hiperactividad que a Jasper le hacia falta Como dicen, los opuestos se atraen. De vez en cuando Edward y yo nos dábamos miradas furtivas, lo sé, porque unas cuantas veces nuestras miradas coincidieron haciendo que ambos apartáramos nuestras vistas a un punto no especificado. Parecía un juego de niños pequeños

- ¿Y Bella, irán el sábado al cumpleaños de Emma? – Pregunto Jasper de repente

- ¡Si! – Contestó Nate antes de que alcanzará siquiera a procesar la pregunta que me habían hecho – solo debo portarme bien en la semana – finalizó. Sentí una leve risa a mi lado

- ¿Tu, portarte bien por una semana entera? – Le preguntó un divertido Edward a un muy enojado Nathaniel

- ¡Si! – Le dijo mirándolo asesinamente – Claro, si Ma me dice que le juegue ciertas bromas a cierto profesor, no cuenta – le respondió angelicalmente. Ahora fue mi turno de reír al sentir como Edward se atragantaba con su bebida

- ¡Claro! se me olvidaba eso – dije mirando a Edward malvadamente mientras este abría sus ojos

- ¿No estarás hablando en serio, Bella?- no le preste atención y seguí comiendo ante la mirada divertida de Alice y Jasper, Nate incluido – ¿Bella?

- Este plato me quedo delicioso ¿No creen? – los tres susodichos soltaron una gran carcajada mientras Edward se enfurruñaba a un lado mío. Sonreí con suficiencia

- Nos vemos el sábado Bella, fue un verdadero placer conocerte – se despidió Jasper – Un placer conocerte a ti también pequeño – le dijo a Nate que estaba parado a un costado mío

- ¡Te llamó mas tarde Bells! – me grito Alice mientras arrastraba a Jasper hacia el automóvil. Me giré donde Nate para verlo hablando a susurros con Edward. Los mire cruzándome de brazos ¿Qué estará tramando este par?- Nos vemos mañana campeón – le dijo mientras desordenaba sus cabellos chocolates

- ¡Nos vemos mañana profesor! – Chilló Nate mientras le guiñaba un ojo y corría al interior de la casa

- Bella...-me llamó un muy nervioso Edward ¿pero que demonios le pasa ahora?- Bueno...me preguntaba si – comenzó mientras pasaba unas de sus manos por sus cabellos desordenándolos aún más si es que era posible, claro gesto de frustración. Ya había comenzado a clasificar cada gesto que Edward hacia No era que estuviera todo el tiempo mirándolo ¿verdad? – Si te gustaría – carraspeo – – Termino como alma que lleva el diablo. Creo que me quede mirándolo por un largo rato ya que suspiro de frustración. Ladee mi cabeza un poco y le pregunte

- ¿Po-podrías repetirlo? – no había entendido absolutamente nada de lo que había dicho. Inconscientemente pase una mano por mi cuello tratando de alejar la tensión que se había agolpado en mi cuerpo. Tomo una gran bocanada de aire y continuo

- ¿Te gustaría ir a cenar conmigo uno de estos días? – Sus mejillas se volvieron de un rosa más notorio que el de la primera vez tan adorable resistí el impulso de acariciar su mejilla con la palma de mi mano. Sacudí la cabeza tratando de asimilar su pregunta. Sentí como mi rostro se encendía al momento de captar lo que me había dicho

- ¿U-una cita? – mi voz tembló al momento de preguntarle eso

- Bu-bueno si, una cita – me dijo con más determinación las ultimas palabras pasando nuevamente su mano por sus rebeldes cabellos que ganas tenía de pasar mis manos por ellos también- Bueno, Yo- agache mi mirada – no creo que pueda- suspire- No tengo con quien dejar a Nate, además...- una chillona voz me corto antes de que siguiera mi patética excusa

- ¡No te preocupes por Nathaniel! Jasper y yo no tenemos ningún inconveniente en cuidarlo ¿verdad tesoro? – vi como Jasper asentía a lo lejos guiñándome un ojo. No creo que pueda estar más roja en estos momentos

- Ya no te quedan excusas para decir que no – me dijo Edward sonriendo, sonrisa que no llego a sus ojos ¿me pregunto porque?- ¿Que dices?

- Lo pensaré – le dije después de un rato. Pude sentir el sonoro bufido que soltó Alice dentro del auto y la pequeña risa de Jasper. Edward suspiro a mi lado

- Esta bien – me dijo Edward acercándose para besar suavemente mi mejilla, cerré los ojos por un instante tratando de alargar aquel momento. Suspire

- Si cambias de opinión, tienes mi numero – me dijo sonriendo, con un leve brillo de ¿decepción? En sus orbes color esmeralda – Nos vemos mañana Bella – me grito mientras se metía al auto

Alice me miró por la ventana del auto negando con su cabeza ¿Qué había hecho ahora? Te negaste a salir con el hombre más guapo que ha pisado la tierra Bella. Suspirando me di media vuelta y entre a la casa.

-¿Y...?- me pregunto un muy interesado Nathaniel con sus grandes ojos chocolates expectantes

- ¿Y, que? – respondí confusa

- ¿Saldrás con el profesor Cullen, Ma? - ¿Qué? Abrí mis ojos desmesuradamente ¿Nate sabía esto?

- No lo sé – le respondí sinceramente mientras me desparramaba en el sillón

- ¡Como que no lo sabes! – Me grito alzando sus manos al cielo – ¡Con Tía Alice y el Profesor Cullen teníamos todo listo!, Yo me quedaba con Tía y tu salías con el y luego...-se tapo la boca con sus dos manos al darse cuenta de que había hablado demás

- ¿Y luego...? – le espeté furiosa, ya me estaba hartando de que anduvieran con secretos

- Nada – y sonrío triunfalmente - ¿Por qué no quieres salir con el profesor Ma? – Me pregunto suspicazmente

- Yo...no lo sé – le dije suspirando por millonésima vez en el día ¿Porqué no quería salir con Edward? Ni yo lo tengo claro

- Bueno Ma – me dijo sentándose a mi lado en el sillón - ¿Te gusta el profesor Cullen? – me preguntó rápidamente y con una gran sonrisa en su rostro

- ¿!Qué! – Abrí mis ojos más de la cuenta ¿Si me gusta Edward? ¡Ha! Este niño esta loco ¿cierto? ¿Cierto?- Tu...Tu, ¡No! – Le dije levantándome rápidamente del sillón - ¡Y anda a tu recamara a dormir que ya es tarde! – apunte en dirección a su pieza mientras sentía la sangre subir a mi rostro por millonésima vez en este día-¡Bueno, Hasta mañana Ma! – me dijo mientras besaba velozmente mi mejilla, cuando iba a la mitad del pasillo se giró- ¡Ah, y si te gusta, Te quiero Ma! – esquivo con gran precisión el zapato que le lance ¡Alice!

Teclee un mensaje de texto para Alice

¡Tu! ¡Tú que le metes cosas en la cabeza a mi niño! ¿¡Como se te ocurre inventar tal...tal atrocidad Mary Alice! ¡Me las pagarás por como me llamo Isabella Marie Swan!

Le di a enviar enfurecida. Al cabo de unos segundos la pantallita del estúpido aparato se volvió a encender

¿De que demonios estas hablando? yo no lo he dicho nada a Nate ¡si el pequeño saca conclusiones por si mismo es porque eres DEMASIADO obvio Bells!

PD: ¡Te quiero!

Bufé. Conclusiones por si mismo, seguro, ¡es un niños de 7 años por dios! ¿Qué va a saber el de estas cosas? Cosas que aquí no hay por cierto

Apagué las luces de la casa, ya se estaba haciendo tarde y mi cuerpo me pedía algún tipo de descanso luego de este ajetreado día. Lo único que quería en este momento era estirarme en mi cama y echar a volar mi imaginación. Me encamine a la pieza de Nathaniel para verlo tumbado en su cama con la ropa puesta aún, le moví levemente para que despertara y lo ayude a ponerse su pijama, lo arrope en su cama y bese su frente en señal de buenas noches. Fui a mi habitación y me metí al baño. Comencé a ponerme mi pijama y luego cepille mi cabello, el cual había llevado suelto todo el día, al mirarme en el espejo me detuve en la venda que llevaba en la mano, Una suave sonrisa adorno mi rostro al recordar la manera tan dulce en la que Edward me había ayudado luego de que me cortara con el cuchillo. Suspiré

Salí del baño y busque el pequeño aparato en mis vaqueros, no estaba

Seguí buscando en el escritorio, tampoco estaba

Una pequeña luz se encendió en mi cabeza, Salí cuidadosamente al corredor para no despertar a Nate, y corrí de puntillas a la sala de estar ¡Bingo! Estaba en la mesa de la sala. Llegué rápidamente a mi habitación y me tire en la cama, teclee un mensaje velozmente, antes de arrepentirme

Jueves, a las 8.00 Dulces sueños Edward

B.

Mi corazón palpitaba rápidamente, amenazando con salir de mi pecho. Me lleve la mano derecha al lugar en donde este se encontraba para tratar de tranquilizarlo. No funciono, en cambio, cuando vi la pantallita del celular prenderse, comenzó a latir con mucha más fuerza si era posible

Allí estaré Serán dulces, si estas tu en ellos

E.

Ya no me importo si mi estúpido corazón quería arrancarse de mi pecho, es más, si quería podía darle una pequeña ayuda, ¿Quién no moriría en paz luego de esto? Solo tu lo harías Bella, solo tu...

Autora: Lamb'stown