Pip pip... ¿Qué demonios? Maldita alarma. Saque la almohada que se encontraba bajo mi cabeza para ponerla encima de esta 5 minutos más y volví a cerrar los ojos, al fin de cuentas, siempre llegábamos tarde con Nathaniel al colegio, no haría ninguna daño apuntar otro día a la lista ¿no? Suspire y me acomode para seguir soñando. Pero no todo podía ser perfecto No, claro que no tan rápido como me acomode para seguir en mi profundo sueño algo realmente molestoso comenzó a saltar en mi querida cama.
-¡Ma, Ma, Ma! – Sonreí - ¡Mami, Mami, Mami! – Cada vez iba subiendo más el tono de voz - ¡Bellaaaaaa! – grito desesperado. Una pequeña risa se escapó de mis labios
- ¡Vamos Ma! Ya te escuche ¡estas despierta! Anda ¡levántate! – y lo ultimo que sentí fue un fuerte golpe. Rápidamente tire la almohada a no se donde, y me acomode en la orilla de la cama. Sonreí cuando mire hacia abajo.
- ¿Nate? ¿Que estas haciendo ahí? – pregunte con tono burlón. Mi querido niño yacía en el suelo con sus brazos cruzados sobre su pecho y un puchero en sus labios Alice...- ¡No te burles! – me dijo frunciendo el seño. Reí
- ¡Ves! Eso es lo que te pasa por no dejar descansar a tu madre un poquito mas – se levanto rápidamente y me jalo del brazo
- ¡Vamos Ma! Llegaré tarde apúrate, ¡ve a vestirte! – Asombrosamente caí en cuenta de que Nate ya estaba vestido, Esperen, ¿Nathaniel vestido a esta hora? Que demonios...
- Espera, espera, espera... ¿Que de...Que haces tu vestido tan temprano? – Lo mire incrédula – es mas, ¿Por qué estas tan entusiasmado en ir al colegio? ¡Nunca te ha gustado ir al colegio! – le espete. Necesitaba saber que o quién era lo que había cambiado a Nate
- Ehh, nada – sonrió inocentemente – se me dio la gana de levantarme temprano hoy ¿Hay algo malo en eso Ma? – me pregunto inocentemente poniéndose el dedo índice en su labio inferior, para enfatizar más la pregunta, Si claro, a mi no me engañas niño...- Ok, te creeré esta vez – le dije encaminándome al baño, aun lo miraba con desconfianza - ¡Pero a mi no me engañas Nathaniel! – le grite antes de cerrar la puerta.
Luego de una relajante – nótese el sarcasmo - ducha, relajante gracias a cierto niño que estuvo en todo momento golpeando la puerta para saber si ya estaba lista ¿Qué le pasa a este niño? Enserio, nunca le ha agradado ir al colegio y odia levantarse temprano para asistir a este, ¿Y resulta que ahora es el quien tiene que sacarme a MI de la cama? Raro, muy raro. Me vestí rápidamente con una simple polera gris y unos vaqueros pitillos, amarre mi cabello en una coleta desordenada ¿Qué? No tenía tiempo, había un pequeño niño fuera de la puerta que ya estaba colmando mi paciencia y Salí del baño.
- ¡Ya, ya! Ya Salí, ¿Estas contento ahora?-
- Si – me miro sonriente – Toma Ma – dijo pasándome las llaves del auto y una chaqueta. En un tiempo record ya nos encontrábamos camino al colegio.
- ¡Profesor Cullen! - ¿Qué? Me gire rápidamente para ver como Nate corría donde su profesor y se ponía al lado de este Fantástico
- Adiós Mamá ¡Te quiero!, ¡Adiós pequeño, yo también te quiero! – grite. A lo lejos pude divisar como el Profesor Cullen junto a Nate soltaban una risa disimulada. Cruce mis brazos sobre mi pecho y comencé a golpear el suelo con mi pie. El Profesor le susurro algo a Nate y este soltó una gran carcajada. En un abrir y cerrar de ojos lo tenia delante de mi
- Lo siento Ma – me dijo mientras lo tomaba en brazos para que besara mi mejilla - ¡Nos vemos luego, Te quiero! – Cuando lo estaba dejando en el suelo Nate me susurro al oído – El Profesor Cullen me pidió que te dijera que no deberías estar gritando así a las afueras del colegio – lo mire con el seño fruncido
- ¿Por qué? -
- Mm, porque nadie querría entrar con una loca gritando en la entrada del colegio ¿no? – Me decía mientras me miraba con ojos divertidos
- Nathaniel...- me corto antes de que siguiera
- ¡Yo no fui, fue el! – me dijo mientras apuntaba a Cullen que se retorcía de la risa unos pasos mas haya de nosotros
- ¡Adiós Ma! – y hecho a correr nuevamente para llegar donde su querido profesor. Bufe
- Enano tramposo – resople – Y tu no te quedas atrás Cullen – susurre mirándolos como entraban al colegio juntos. Cullen giro su cabeza para observarme con ojos divertidos, la parte infantil que llevo dentro salio a flote y no encontré nada mejor que sacarle la lengua ¡Genial Bella! Quedaste como una niña ahora. Aun dentro del auto podía escuchar la fuerte carcajada que lanzó después de eso.
Resople molesta recordando el suceso que había pasado hace una hora atrás. Me dispuse a limpiar el mostrador de la biblioteca. Esta semana me encontraba solo yo trabajando, ya que mis queridos compañeros tenían unas semanas de vacaciones, pero yo no podía darme ese lujo, no cuando tienes que mantener a un niño de 7 años en casa.
Tome unos libros que estaban encima de las mesas Gente, ¿Qué no sabe que después de ocupar un libro se debe dejar en su estante correspondiente? Bufe, claro que no lo sabían. Mientras seguía ordenando este desastre, mi celular comenzó a sonar con una canción desconocida. Rápidamente lo acerque a mi oído.
- ¿Diga? – Conteste dudosa
- Isabella, ¡Gracias a Dios! – El Señor Fuller, dueño de la biblioteca
- ¿Ocurre algo Señor Fuller? – Era raro que me llamara, demasiado raro
- Si, bueno, veras – carraspeo y comenzó dudoso – lo que pasa querida, es que había olvidado anunciarte que hoy ira un curso del St. Peter School – Gemí. ¿Como demonios se le había olvidado decirme algo tan importante?
- ¿A que hora llegaran Señor Fuller? – Pregunte titubeante, no queriendo saber la respuesta
- Bueno, en este mismo instante – Abrí los ojos como plato mientras la campanita de la puerta de la entrada sonaba anunciando la llegada de alguien
- ¡Mamá! – escuche a lo lejos. Me gire rápidamente aun con le teléfono en mano realmente Dios no me quieres o algo muy malo debo haber hecho en mi vida pasada ¿Por qué a mi? Ahí estaba Nathaniel de la mano del Profesor Cullen y a su espalda una fila de niñitos que miraban expectantes todo a su alrededor ¿tenía que ser la clase de él la que tenia que venir? ¡Fantástico!
- Ya llegaron Señor Fuller, Gracias por avisarme con anticipación – conteste de modo irónico
- Lo siento mucho Isabella querida...-comenzó a disculparse. Suspire
- No se preocupe, esta bien, Adiós – Colgué. Suspire un par de veces antes de acercarme a aquel grupo tan peculiar. Inhale fuertemente y puse una de mis mejores sonrisas antes de comenzar
- ¡Buenos días, Bienvenidos a Fuller's Library! – anuncia a los pequeños niños tratando de mantener mi sonrisa, mirando fugazmente al hombre que tenia frente a mi y que trataba de esconder una risita a como de lugar
- ¡Buenos días Señorita! – respondieron los niños a coro. Aquel gesto logro sacar una sonrisa sincera de mis labios
- Buenos días, Señorita Swan – me saludo el Profesor Cullen
- Buen día Profesor- lo salude con un gesto de cabeza – Bueno niños – les decía mientras me agachaba para quedar a su altura – iremos a la sección de infantiles – comencé mientras los niños se iban alborotando a mi alrededor – tenemos de todo tipos de cuentos – continúe – tenemos unos para la lindas princesitas como las que vemos por acá – dije sonriéndole a las niñas que tenia frente a mi – y también tenemos de carros y soldados para los niños que les guste ese tipo de cosa – decía mientras algunos pequeños chocaban sus palmas – y una gran variedad de cuentas de misterio y terror para los que no se asustan por las noches – dije mirando a Nate y guiñándole un ojo haciendo que este sonriera
– Así que, ¿Quién quiere acompañarme? – Rápidamente todos los niños comenzaron a brincar y gritar
- Shhhh – exclamo el Profesor Cullen – Recuerden que estamos en una Biblioteca – los niños guardaron silencio enseguida
Los encamine a la sección de niños. Estaba decorado con pequeños puffs de todos los colores existentes, tenia estantes de color blanco con pintitas de colores. Los niños comenzaron inmediatamente a tomar lugar en distintos sitios y a sacar libros de los estantes, se podía ver en la mirada de cada uno cuan impresionados estaban con aquel lugar Bien hecho Alice felicite mentalmente a mi mejor amiga, la cual se había esmerado en esta sección diciendo los niños entraran y se dormirán enseguida, ni siquiera lograran a tocar uno de tus preciados libros Bella ¡es tan aburrido, todo es...café!...Sonreí recordando como empezó a molestar al Señor Fuller para que la dejara redecorar este lugar...
- ¿Qué es lo gracioso? – No me había dado cuenta que Cullen yacía a un lado mío. Me gire lentamente para encararlo, Un grave error debo decir, ¿Qué iba a saber yo que tenia unos ojos tan...deslumbrantes? luego de quedar embobada un par de segundos con aquellas esmeraldas sacudí mi cabeza lentamente
- Nada – le respondí y me gire para ver a los niños. Súbitamente recordé la forma en que había visto a Nathaniel con el, hoy han pasado muchas cosas raras - ¿Qué pasa entre Nate y tu?
-¿Qué? – me pregunto, creo que lo pille de sorpresa
- Que es lo que sucedes entre Nate y tu – le repetí lentamente – no me mal interpretes – comencé – pero Nate, bueno – titubee – te hizo unas pequeñas travesuras que no son muy agradables que digamos y hoy se veían tan amigos los dos juntos...y hoy se levanto tan...extraño – susurre lo ultimo
- ¿Extraño? -
- Olvídalo – le dije mientras sacudía la cabeza recordando el entusiasmo de Nate por llegar al colegio ¿Será el quien lo hace actuar de esa manera?- ¿Qué le has hecho a mi pequeño?- rió. Fruncí el seño ¿Qué tiene de gracioso esa pregunta?- ¿Que le he hecho a Natha...Nate? – pregunte son una sonrisa en su rostro – Nada, solo tuvimos una pequeña charla de hombre a hombre -
- Es un niño – le recordé
- Lo sé – dijo simplemente con un extraño brillo en sus ojos. Suspire
- Gracias – le dije sinceramente. Me miro confundido
- ¿Gracias porque? – Reí suavemente, no sabia lo que costaba levantar a Nathaniel por las mañanas...
- Porque, supongo, tu charla de "Hombre a Hombre" sirvió – dije encogiéndome de hombros – no se que demonios le habrás dicho a Nate – le dije levantando mi cabeza para verlo mirarme de una forma distinta, nuevamente baje la cabeza algo cohibida por esa mirada mientras una sonrisa se asomaba por mis rostro – pero nunca lo había visto tan...feliz – suspire - ¿Sabes lo que me costaba levantarlo cada día de la cama para que fuera al colegio? Y hoy fui yo a la que tuvieron que sacar de la cama – reí nuevamente – increíble, simplemente increíble – Escuche como suspiro a mi lado. Lentamente gire mi cabeza para observar su perfil. Miraba fijamente a los niños
- No le dije nada fuera de otro mundo – se encogió de hombros restándole importancia – simplemente...compartimos algunas experiencias personales – se giro para mirarme con esa sonrisa torcida plantada en su rostro
- ¿Qué tipo de experiencia? – pregunte embobada aun con su sonrisa. Rió quedamente
- Secreto – me dijo mientras se giraba nuevamente para ver a los niños, levanto un brazo para saludar a uno de ellos, me gire y vi que era Nate. Sonreí
- Gracias de todas formas -
- ¡Díganle adiós a la Señorita Swan niños! – les decía el Profesor Cullen a la fila de niños y niñas que tenia frente a el
- ¡Adiós Señorita Swan! – Gritaron nuevamente a coro
-¡Nos vemos niños! – les respondí mientras sentía que alguien besaba mi mejilla, me gire rápidamente para ver a Cullen con una sonrisa en su rostro
- Nos Vemos Bella – me dijo. Rápidamente sentí como la sangre subía a mis pómulos
- Que tenga un buen día profesor – respondí automáticamente
- Edward, Bella – me dijo con una sonrisa burlona – deja de llamarme profesor, no eres mi alumna...gracias a dios – dijo lo ultimo tan bajo que fácilmente pudo haber sido producto de mi imaginación ¡Maldita imaginación!- Adiós Señorita – dijo Edward a alguien.
Me quede parada en medio de la vereda viendo como se alejaban. Un carraspeo me saco de mi ensoñación
- Así que, el es el nuevo profesor de Nathaniel ¿no? – no me gire, ¿para que? Si ya sabía que estaba muerta. Alice lo había conocido de igual manera. Suspire
- Si – le conteste aun mirando como idiota el lugar por donde había desaparecido
- Es guapo ¿no? – siguió con su interrogatorio
- Si – conteste, ¿Qué? Aun estaba pasmada, cuando sentí sus calidos labios sobre mi mejilla fue una sensación tan malditamente dulce e indescriptible a la vez
- ¿Eso es todo lo que me dirás? – Preguntaba una exasperada Alice
- Si – le conteste mientras giraba para verla. Rápidamente cambio su expresión y puso una sonrisa, una de esas sonrisas. Me estremecí ligeramente
- Ni lo pienses Alice – le dije mientras abría mis ojos completamente
- ¡Claro que si! – Me grito eufórica – debes verte hermosa para tu querido profesor – me dijo mientras una sonrisa picara bailaba en sus labios
- ¡Alice! – espete mientras me ponía tan roja como un tomate – no es mi profesor – le dije ceñuda ¿Cómo podía decir esas cosas?
- ¡Pero Bella! Yo solo quiero que te veas linda, no con esa ropa que te pones – dijo mirando despectivamente mi atuendo
- ¡Hey! Mi ropa no tiene ningún problema, es cómoda y a mi me gusta – le dije cruzándome de brazos. Y comenzó el show
- ¡Pero Belly Belly! Anda, has feliz a tu amiga, Mejor amiga y única tía de Nate – Rodee mis ojos. Alice empezó a dar brinquitos a mi lado – Anda di que si, ¿si? – Suspire. ¿Por qué siempre ganaba Alice?- Esta bien Alice – le dije de forma aburrida. Comenzó a chillar al instante – Pero solo tenesmo 2 horas, recuerda que debo ir a buscar a Nate a las 2 – le dije mientras cerraba la biblioteca
- Si, si, lo que digas Bella – Bufe mientras me montaba dentro del ostentoso Porsche de Alice. Nunca me escucha. Creo que hablaré con Edward para que tenga una conversación Hombre a ¿Alice?, no, mala idea...Luego de 2 largas, extensas y agotadoras horas, con el maletero sufriendo debido a la gran inversión que hizo Alice en mi, finalmente nos fuimos camino al colegio de Nate. Alice comenzó a dar pequeños botes en su asiento
- ¡Alice! Tranquilízate, no es como si hubieran pasado años desde que no lo ves – le dije burlona. Alice siempre se emocionaba cuando veía a Nate, estos dos se llevaban demasiado bien - ¡Solo fue un día Alice, UN día!- reí mientras bajaba del auto viendo a Alice correr hacia la entrada del colegio.
- ¡Tía Alice! – ese era mi hijo. Me apoye en el Porsche para ver el tan esperado reencuentro
- ¡Nathaniel de mi corazón! – chillo Alice tan alto que muchas personas giraron en su dirección, ella ni siquiera se inmuto, estoy segura que después alegaría que estaba con su sobrino y que eso era mas importante que la chusma. Reí
- Siempre que te veo estas riendo sin razón alguna – me sobresalte al escuchar su voz tan cerca – Deberías tomar el consejo que le dije a Nate que te diera en la mañana – la sangre subió a mi rostro otra vez
- No puedes saber si tengo una razón o no – le conteste, ignorando su segundo comentario, con la respiración agitada aún
- ¿Te asuste? – Me pregunto burlón – Lo siento – no, claro que no lo sientes- ¿Nate a causado algún problema el día de hoy? – le pregunte tratando de cambiar la conversación. Rió suavemente
- No, ninguno – miro al frente y luego se giro hacia a mi – Nos vemos el lunes Bella - dijo mientras atraía mi mano a su cara y posaba sus labios en el dorso de esta – Adiós
Y otra vez me quede mirando como idiota por donde se iba, lo vi subir a un Volvo plateado, no sin antes guiñarme un ojo ¿Qué pretende este tipo? Suspire mientras volvía mi vista y me encontraba con unos muy curiosos Alice y Nate mirándome suspicazmente.
- ¿Qué? – les dije luego de que pasara un rato en el que no habían parado de mirarme. Se miraron los dos fijamente para volver la vista a mí y sonreír.
- Nada – dijeron al unísono sonriendo como idiotas. Suspire
- ¿Podemos irnos? – Les pregunte mientras rodeaba el auto de Alice y me sentaba en el asiento del copiloto
- Alguien esta de mal humor Nate – comentó Alice mirando a Nate por el retrovisor mientras parábamos en una luz roja
- Mm, si – dijo pensativo – me pregunto porque – sonrió inocentemente - ¿tu sabes porque Tía Alice?
- Creo tener una sospecha pequeño compañero – le contesto Alice como si el saber el porque de que me encontrara así fuera una misión de lo mas divertida
- ¿Y cual seria esa sospecha mi capitán? - Y como no, Nate le siguió el juego. Bufe
- Pueden dejar eso ¿Por favor? – les rogué, juro que lo hice, ¿para que? Para que los dos me miraran y se largaran a reír genial...
Luego de un largo trayecto a casa. Y digo largo si toman en cuenta que Alice y Nate pasaron todo el camino molestándome con cierta persona que no quiero nombrar ahora.
- Bella – me llamo Alice desde el asiento del piloto de su Porsche
- ¿Si Alice? – le pregunte exasperada. Colmaron mi paciencia cuando empezaron sus cancioncitas sobre mi y... ¡Aggh!
- No te enojes ¿Si? Te quiero ¡nos vemos el domingo! – y hecho a andar el auto
- ¡Espera! ¡¿Porque el domingo? – pero ya estaba demasiado lejos cuando termine de gritar eso. Suspire de frustración duende endemoniada...- ¡Ma, la puerta! – gire sobre mis talones y me encamine a la entrada de la casa.
Ya dentro me dispuse limpiar un poco, en la mañana no alcanzaba a ordenar mucho, luego de terminar con la cocina fui a ayudar a Nate con sus tareas, no tenía demasiadas así que acabamos pronto.
- ¿Quieres ver una película pequeño? – le pregunte. Nate comenzó a tallarse los ojos con sus manitas y movió su cabeza en forma de negación.
- Ven aquí – le dije abriendo mis brazos para cargarlo. Mientras subía las escaleras para acomodarlo en su recamara puso sus brazos alrededor de mi cuello y me susurro al odio
- ¿Puedo dormir hoy contigo Mami? – Sonreí con ternura
- Claro que si pequeño – le conteste mientras acariciaba sus cabellos.
Gire en la dirección contraria para acostarlo en mi cama, moví las frazadas y lo acomode.
- Ya vuelvo – le dije mientras besaba su frente. Rápidamente me metí en el baño y me cambie mi pijamas, solté mi cabello y lo cepille dos veces. Salí del baño para ver a Nate abrasando mi almohada. Sonreí melancólicamente Era lo mismo que yo hacia cuando mamá no estaba...Me acomode a su lado y los brazos de Morfeo me recibieron con deleite como todas la noches.