La visita de Fotogramas al set canadiense de La Saga Crepúsculo: Luna Nueva (Chris Weitz, 2009) gira en torno a Robert Pattinson. Minutos antes de su aparición, los contados periodistas invitados a cubrir el rodaje de esta secuela se intercambian experiencias: madres de 50 y tantos años (las llamadas mamás crepusculares) perdiendo la compostura por una foto, un autógrafo o, las más atrevidas, un mechón de pelo de su ídolo. Se ve que le gustan raritas, nos confiesa una periodista brasileña convertida en objetivo de las fans de Pattinson desde que le entrevistara el año pasado. Todavía me escriben pidiéndome su teléfono y su dirección. Y es que la esperanza es lo último que se pierde. ¿O era el tedio? El propio Pattinson contó que, durante el rodaje de Sin Límites (Paul Morrison, 2008) en Barcelona en el verano de 2007, se llevó a cenar a una chica que estuvo esperándole en la puerta de su hotel día y noche durante dos semanas. Pattinson dice que me moría de aburrimiento. En la cena no dejé de quejarme de la vida que llevo. No la volví a ver. Suena como un plan perfecto para deshacerse de las miles de fans que le persiguen, ¿no? Un plan brillante. Me las llevaré a cenar a todas... De una en una.
Rob, como le llaman en el set, hace su aparición a la hora de la comida. No lleva sus lentillas amarillas de vampiro, pero, ¿por qué lucen tan afilados sus colmillos? Está tan pálido que se diría translucido. Pattinson pone la mejor de sus caras y nos saluda, disculpándose por interrumpir el postre... aunque nadie se acuerda ya de él. Su nariz es tan perfecta que es difícil dejar de mirarla. Pero bajemos de nuevo al mundo real, o mejor, al universo Crepúsculo: encarnar al malogrado Cedric Diggory en la saga Harry Potter le granjeó una cierta notoriedad pero el vampiro Edward Cullen le ha convertido en una estrella planetaria.
DENTELLADAS DE REALIDAD
Antes de que estallara el fenómeno Crepúsculo (Catherine Hardwicke, 2008)... ¿Eran conscientes de lo que iba a suceder?Yo el que menos... Creía que iba a ser un film pequeño. Conocía el trabajo de Kristen (Stewart, su compañera de reparto), de Catherine y los libros. Solo conocía a una persona que los hubiera leído: una amiga de mi hermana. Y te levantas una mañana y de repente eres una estrella. Súper marciano
*¿Cuándo se dio cuenta de que la cosa iba en serio?
La promoción en USA de Crepúsculo fue... increíble, pero fue en Europa, en el Festival de Cannes, cuando me di cuenta. En un raro momento de tranquilidad fui a comer a un restaurante con unos amigos. Dos horas después más de 500 personas me esperaban a la salida. Un caos total. Llegué al coche sin pisar el suelo. Fue algo ridículo...
Parece que el único lugar donde puede llevar una vida normal es en el set de rodaje... Triste, ¿no? Aún no he encontrado un lugar en el mundo donde pueda desaparecer salvo en los rodajes. Ayer había 300 personas fuera del set intentando ver algo. Es una locura. Aunque, una vez dentro, todo va muy bien: todos nos conocemos desde hace tiempo. Fuera de ellos... bueno, la cosa es diferente... Twitter ha arruinado mi vida. Todo el mundo sabe dónde estoy en todo momento. Solo salgo del hotel de noche y me he convertido en un experto corredor. Pero incluso así tengo que ponerme gafas de Sol y a veces hasta dos capuchas para pasar desapercibido. Soy una persona muy tranquila y reservada. Todo esto es muy raro, muy extraño... pero uno tiene que ir haciéndose a la idea. Supongo que con el tiempo acabaré llevándolo mejor.
*¿No se le ha pasado por la cabeza dejarlo?
Muchas veces. Durante este tiempo he estado a punto de perder la cabeza unas cuantas veces, de volverme paranoico... Pero entonces me sumerjo en un nuevo trabajo y regreso a la normalidad. Además, si abandonara ahora no creo que cambiase nada. Lo único que puedo hacer es... abrazar el zen (ríe). Aceptar que no puedo controlarlo y dejarme llevar.
*¿Se siente responsable de lo que puedan opinar los fans del libro sobre la película?
Cada día conozco a alguien que tiene una relación fortísima con el libro. Es muy difícil ignorarlo. Es como Harry Potter, los libros y los disfraces están en todos los aeropuertos del mundo. Incluso en las aduanas te piden un autógrafo para su hija.
*¿Existen fans masculinos de la saga Crepúsculo?
Algunos hay, sí... (ríe). De tanto en tanto se me acercan chicos a pedirme autógrafos. Creo que lo hacen para sacarlos a subasta en eBay (Más risas).