Kirsten Stewart se ha ganado el calificativo de la Reina de Sundance 2010, ya que ha presentado dos películas muy comentadas por crítica y público, Welcome to the Rileys, en la que interpreta a una bailarina de stripper, y The Runaways, un biopic de la mítica cantante punk lesbiana, Joan Jett, en el que no faltan el sexo, las drogas y el rock'n'roll.
Con ellas se aleja de su imágen de Bella, la joven inocente seducida por un atractivo vampiro en la saga de Crepúsculo;
pero no la olvida, ya que tiene que rodar las dos últimas películas de
la saga, que se estrenarán a finales de 2011 y principios de 2012.
The Runaways cuenta la historia del grupo de Joan Jett (Kirsten Stewart) en los turbulentos años 70 y su relación con Cherie Currie (Dakota Fanning, otra actriz que también pierde la inocencia con este papel).
La película ha recibido críticas por preferir el lado más sórdido
de la historia, mostrando a chicas jóvenes que alternan las drogas con
el sexo libre. Y aunque las críticas no han sido demasiado positivas,
si han alabado a la actriz por no ir a lo "seguro" rodando comedias
románticas o melodramas y arriesgarse con interpretaciones como estas.
Aunque lo más comentado han sido las escenas en las que Kirsten consume drogas y los besos entre ella y Dakota. Curiosamente, ambas actrices compartirán protagonismo en las dos últimas partes de la saga de Crepúsculo.
Bailarina de 'striptease'
En Welcome to the Rileys, Kirsten interpreta a una bailarina de striptease. La película está dirigida por Jake Scott, hijo de Ridley Scott (Blade Runner) y sobrino de Tony Scott (Top gun) quien, según las críticas, no parece haber heredado el talento familiar.
Y es
que la prensa critica que la historia sea la misma que hemos visto mil
veces, una joven desesperada necesitada de un hombre que la salve de su
propia autodestrucción.
El otro protagonista de la historia es el "enorme" James Gandolfini que, a pesar de ser uno de los mejores actores de la historia de la televisión gracias a Los Soprano, no termina de encontrar su lugar en el cine.
Una carrera meteórica
Kirsten debutó en el cine, con 9 añitos, haciendo de extra en una película de Disney, Tritón por accidente (The Thirteen year, 1999) . Con 10 aparecía, de espaldas, en Los picapiedra en Viva Rock Vegas (2000).
Pero su salto a la fama tuvo lugar con 12 años en La habitación del pánico (2002) en la que interpretaba a la hija diabética de Jodie Foster.
Desde entonces, ha protagonizado una carrera meteórica con algunos altibajos. Fue una de las protagonistas de Zathura (2005), se codeó con Diane Lane y Donald Sutherland en Gente poco corriente (2006), protagonizó la terrorífica The Messengers (2007), y fue una de las féminas de Entre mujeres (2007) junto con Meg Ryan y nuestra Elena Anaya.
Sus papeles en la alabada Hacia rutas salvajes (2007) de Sean Penn, y Algo pasa en Hollywood (2008) le permitieron trabajar con grandes estrellas como Robert de Niro.
Una estrella mundial
Pero su gran salto a la fama fue con la primera parte de Crepúsculo,
que desató un fenómeno fan impresionante en todo el mundo. Como pudo
comprobar todo aquel que la pudo entrevistar en 2008, en Madrid.
Por aquel entonces era todavía una chica muy tímida que no terminaba de acostumbrarse a las cámaras y respondía lacónicamente a las preguntas.
Ahora está a punto de lograr su primer galardón importante, el BAFTA de la Academia británica a la mejor actriz revelación por su papel en Luna nueva.
Y tiene todas las papeletas para lograrlo, ya que es una categoría en
la que el ganador se decide votando por internet y por mensajes de
móvil, y ella tiene millones de admiradores en todo el mundo.
Lo
que está claro es que nos hayamos ante una actriz arriesgada a la que
nada parece asustar pero que deberá luchar duro para dejar atrás su
personaje de Bella.