domingo, 13 de diciembre de 2009

Kristen Stewart: Chica sangrienta

Con el estreno de "La Saga Crepúsculo: Luna Nueva" y de "Adventureland", Kristen Stewart tiene la oportunidad de enseñar dos caras de la adolescencia USA. A sus 19 años, habló con FOTOGRAMAS de estos y otros temas.
María Bernal (Los Ángeles) - FOTOGRAMAS - 16/11/2009
"Blogs, Twitter,, Facebook... son medios perfectos, pero para los paparazzi. No me gusta que la gente sepa dónde estoy."

Stewart es más que carne fresca. Nacida en Los Ángeles en 1990, hija de un productor de televisión y de una correctora de guiones, su curiosidad por el cine afloró a los 8 años, y su talento a los 12, cuando trabajó con Jodie Foster en La Habitación del Pánico (David Fincher, 2002). Mientras otras adolescentes iban de guapas o se pegaban sustos en películas bañadas en sangre, ella prefirió ir de independiente, y su paso por Hacia rutas Salvajes (Sean Penn, 2007) solo confirmó lo obvio: Stewart tiene madera. Esa misma que sigue tallando con más cine indie sin dejarse devorar por la fama.

VAMPIROS FAMOSOS

Por lo sedientos que están, se diría que los fans de los films de la saga Crepúsculo no son más que vampiros encubiertos. 10.000 de ellos se dieron cinta en el Comic-Con de San Diego para ver las primeras imágenes de la segunda parte, "La Saga Crepúsculo: Luna Nueva" (Chris Weitz, 2009). Debe apabullar enfrentarse a ese público... Es un acelerón ver tus propias imágenes con un público así. Un chute de energía: mostrar nuestro trabajo, pensar si será lo suficientemente bueno... Puede ser terrorífico, pero quizá por eso no hay nada más excitante y efectivo que ese momento compartido. Pero si algo no me vuelve tan loca de este encuentro son las preguntas.

"Algunos fans siempre me odiarán por ser yo la que besa al vampiro. Y lo siento pero estoy en la gloria..."

  • ¿Por qué? ¿Es ahí donde ve los celos, la envidia o la adoración de sus seguidores?

Si alguien me odia, si recibo amenazas de mis seguidores, me lo ocultan muy bien, aunque reconozco que estoy en una posición envidiable. Es imposible disfrutar del amor de todo el mundo, y está claro que ahí fuera hay gente que piensa en mí, en Bella (su personaje en la saga), tanto o más que yo. Todas nos sentimos Bella en nuestra cabeza; lo que ocurre es que, por una extraña coincidencia, yo he logrado ser Bella físicamente. No se me ocurre ninguna otra saga que haya generado un fanatismo así más allá de Harry Potter. Por eso, haga lo que haga, tengo que aceptar las consecuencias. Porque no hay forma de contentar a todos. Siempre me odiarán por ser yo quien beso al vampiro. Y lo siento, pero estoy en la gloria.

  • ¿Y sin peros que valgan?

Sonará burdo, pero, en ocasiones, te sientes como si les tiraras tus entrañas para ser devoradas. Claro que luego son ellos los que se entregan a ti de la misma forma, con la misma intensidad. No puedes pedir nada mejor como actor. También hay esos otros momentos ridículos en los que no puedo salir con los pantalones desabrochados porque eso significa que estoy embarazada. El entusiasmo de los seguidores se transforma en ocasiones en una plaga que se propaga con rapidez, especialmente en la Red. Pero, por lo general, mantengo una relación genial con la mayor parte de los fans.

  • ¿Sigue el pulso de su popularidad en Internet?

El que te diga lo contrario, miente. Pero me mantengo al margen. Especialmente de las nuevas redes sociales. No tengo blog, ni Twitter, ni Facebook. No me gusta que la gente sepa dónde estoy. Son medios perfectos para los paparazzi. Y con los fans me siento a gusto, pero de los paparazzi no quiero saber nada.